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Dulce y hermosa margarita, que con tu belleza los cautivas, ¿No es esto demasiado peligroso para ti? Tantos corazones enamorados de tu presencia. ¿Estas asustada y confundida? Decide rápido linda flor de prim...
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Ella sonrió tan dulcemente mientras saludaba a sus compañeros de clase, su presencia y personalidad tan carismática conquistó a la mayoría en aquel gran instituto, ganando una buena reputación por ser siempre tan atenta con los demás ayudando si es necesario, inclusive se le podía ver rodeada de vez en cuando de algunos de sus compañeros enseñándoles palabras y frases de su idioma natal, solo dicen cosas buenas, ¿No es eso divertido? . Era gracioso ver y escuchar los gestos sorprendidos de estos con solo algunas oraciones, claro no como ahora que estaba a nada de saltar por la ventana gracias al aburrimiento de la clase de ciencias que estaba teniendo, su mente simplemente no daba para más.
─ Por favor Taizi Dianxia, que esta tortura llamada escuela termine de una vez... ─ dejo salir unos suspiros y se dedicó con resignación a tener que seguir escuchando la voz aburrida de la profesora de biología.
Por suerte para ella, el sonido de la campana sonó dando inicio al almuerzo y final a la clase, ella sonrió tan radiante como el mismo sol en lo alto, guardó sus cosas en su pequeña mochila y la colgó en su banca, tomó su almuerzo esperando por su amiga Midori.
─ ¡_____-Chan! No podré acompañante a almorzar hoy, Dora-San me pidió ayuda para encontrar un libro importante, y además, Osu-San tiene problemas con un videojuego y prometí ayudarla. ─ Ella se disculpó sintiéndose culpable por no poder acompañar a su mejor amiga. ─ Enserio lo siento mucho, pero le había dicho que la iba a ayudar.
─ No te preocupes Midori-Chan, entiendo que tengas cosas que hacer, ¡Nos vemos en la próxima clase! ─ se despidió agitando su mano y saliendo del aula con dirección a la azotea.
En su camino hacia allá pensó en lo que ha estado pasando en su vida en esta última semana, todo parecía ser de cierta forma irreal y no en buenos sentidos, luego de aquel suceso en los baños se a sentido observada en todo momento, a pasado más tiempo con Osana por temor a que le suceda algo mientras ella no este, tratando así de evitar a la pelinegra cada que puede, aunque de nada sirve teniendo en cuenta que justo ahora la tiene en frente interfiriendo en su paso.
─ Disculpa, Aishi-San* ¿Puedes dejarme pasar? ─ preguntó tratando de no hacer ningún gesto que moleste a la otra, esta simplemente negó y confundió más a la castaña. ─ ¿Porqué no?
