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Dulce y hermosa margarita, que con tu belleza los cautivas, ¿No es esto demasiado peligroso para ti? Tantos corazones enamorados de tu presencia. ¿Estas asustada y confundida? Decide rápido linda flor de prim...
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Salió de la enfermería con una paleta de cereza en la boca luego de ser amablemente atendida por Mujo hace un rato, la castaña estaba encantada con la caballerosidad y delicadeza que el hombre mostró con ella, aun si solo fue un simple raspón en su rodilla y un esguince en la muñeca por caerse en media clase de educación física, al menos ya no tuvo que asistir lo que restaba de esta.
Su teléfono vibró y un característico sonido de notificación sonó, era una bonita melodía corta de guitarra que su papá hizo para ella cuando tenía ocho, y desde que pudo grabarla la a usado todo el tiempo; vio que eran mensajes de Aishi diciendo que la espere a la salida, cosa que termino respondiendo con un ' Esta bien, chikistrikiz' y las preguntas de la otra sobre el significado de este. La castaña observó a su alrededor notando los pocos alumnos que aun quedaban en el lugar por actividades en sus clubs y ella simplemente vagaba por los pasillos de la escuela sin nada mejor que hacer.
Era demasiado tranquilo, y extrañamente familiar...
─ Midori-Chan, no deberías estar llamándome a estas horas, sabes que sigo en la escuela. ─ decía por el teléfono ante la llamada que su amiga le estaba haciendo. ─ Debes de estar descansando.
─Estoy bien, solo es una gripe común _____-Chan. ─ murmuró desde la otra línea seguido de un sonoro estornudo.
_____ rodó los ojos divertida ante lo dicho por su mejor amiga, se dijeron algunas cosas más y terminaron la llamada, esta sonrió al recordar lo raro que se oía su amiga. Guardó su teléfono en el pequeño bolsillo de su falda y observó el patio; el agua de la fuente hacia un relajante sonido al fluir, las ramas de los árboles se movían por el viento dejando caer algunas hojas al piso.
─ Hola ___-San, ¿Te molesto con un bocadillo? ─ preguntó amablemente el rubio ofreciendo uno de los tantos bocadillos en su bandeja. ─
─Ah~ Seiyo-Kun, tu sabes que no me molestaría nunca si se trata de comida. ─ dijo con una sonrisa, sus ojos violetas brillaron ante el saber de la comida. ─ Aigo~ ¡Esto esta delicioso! Eres muy bueno en esto, tu futura pareja sin duda estará bendecida.
El susodicho sonrió apenado por el halago sintiendo sus orejas y mejillas coloradas, tosió de manera disimulada y se retiró de ahí dispuesto a compartir su comida con los demás. _____ terminó el bocadillo que le dieron y sonrió satisfecha, la brisa pegando delicadamente en su rostro junto a un cómodo silencio, que fue interrumpido por una voz con tono un tanto infantil entrando por la puerta principal.
