GIRL IN RED || Ginny Weasley {wlw}

·3·

Después de pasar todo lo que quedaba de vacaciones de verano con Sirius, llegó el día. El día en el que volvíamos a casa.

-Os acompañaré- insiste Sirius por decimosexta vez 

-Que no- respondo cansada- Sirius es peligroso.

-Vamos Nea, ¿no querrás decepcionar a tu tío?

-Sirius, mi hermana tiene razón- interviene Harry- Ya lo has dicho muchas veces y todas te hemos respondido lo mismo.

-Pero...-replica él.

-No hay peros que valgan- digo- Sirius, imagínate que te ve alguien del ministerio, o algun auror... O incluso algún mortífago.

-Eso no pasará. Iré con cuidado. Lo prom...

-Amo- dice Kreacher- Los sangre mestiza ya tienen su equipaje en la puerta, señor, ya están listos.

-Vale- responde Sirius disgustado.

-Te quiero Sirius- me despido dándole un beso en la mejilla para ir a coger las maletas y esperar a Harry en la entrada.

-Adiós- se despide mi hermano abrazando a nuestro padrino con fuerza.- Y ni se te ocurra seguirnos.

-Vale, pero esperad un segundo, os daré una cosa- dice entrando a la cocina y cogiendo un paquete. Harry y yo nos miramos sin saber que decir.- Tomad.

Acto seguido nos entrega dos paquetes, uno a cada uno. Están envueltos por una tela roja y Harry es el primero que decide abrirla.

-¿Es... Un espejo?- pregunta desconcertado

-Ajá, pero no un espejo cualquiera. Podeis hablar conmigo a través de ese pequeño fragmento de cristal- dice- Ya que no puedo acompañaros, mantenedme informado ¿vale?

-De acuerdo- sonrío volviendo a envolver el trozo de espejo y guardándolo en el baúl. Súbitamente pican a la puerta.

-Buenos días chicos- saluda Tonks entrando por el pasillo acompañada de Ojo Loco Moody.

-¿Vamos ya?- pregunta este último con impaciencia.

-Sí- dice Sirius- Ya están listos, solo les deseaba buena suerte- sonríe antes de guiñarnos un ojo.

Tras un movido viaje en traslador y un largo paseo hasta el tren, al fin, nos subimos en un compartimento del tren y nos despedimos de Tonks y Alastor con la mano mientras el tren emprende su camino hasta nuestro hogar.

-¿Dónde están Hermione y Ron?- pregunto acomodándome en el asiento.

-No lo sé, no deben andar lejos. Por cierto, ¿que crees que quería decir Sirius con "mantenedme informado"?

-Ahora que lo dices, tienes razón. Debe de pasar algo en Hogwarts para que Sirius se preocupe tanto como para darnos algo con lo que comuniarse con él.

-Mientras que no sea otro torneo mortal, me da igual- sonríe tirandose atrás en el asiento.

-¿Algo del carrito, chicos?- pregunta la pequeña y regordeta mujer que siempre pasa con un carro con comida por los pasillos del tren camino a Hogwarts.

-Sí- dices levantándote- Un par de ranas de chocolate y los superhinchábles- recitas entregandole el dinero- Gracias.

Después te sientas en el compartimento y le entregas a Harry una caja de ranas de chocolate.

-No, no tengo hambre gracias

-Bueno vale- dices. 

-Oye, ¿que estarán haciendo aquellos dos, no tardan mucho?

-Vaya, mírad, parece que Potter extraña al pobrechón y a la Sangre Sucia

-Y parece que tu extrañas tu inteligencia, si es que alguna vez la has llegado a tener.

-Uuuhhh- sonríe Malfoy mirandome a los ojos- Relájate guapa. Ahora soy prefecto, ¿no querrás...?

-¿Qué? ¿Qué piensas hacer, quitarle puntos a nuestra propia casa?

-No...- susurra- Pero puedo hacer que el profesor Snape te castigue.

-Soy una de sus alumnas favoritas, realmente no me importa.

-¡Pues..!

-Deja en paz a mi hermana Malfoy- dice Harry con un tono agresivo.

-¿Y me obliga el niño huérfano y miope?

Me levanto de golpe y apunto con mi varita a su cuello, a la vez que Draco alza sus manos y pone una sonrísa pícara. Harry, de inmediato, se pone entremedias. 

-Nea, no merece la pena- digo.

-Eso- dice Draco- ¿Por qué no dejas un rato a tu hermano y vienes conmigo a un compartimento?

-Cuándo dejes de ser un tremendo gili...

-¡Nea!- exclama Hermione

-¡Hola!- sonrío.

-Esto no ha acabado aqui- dice el rubio antes de irse.

-¿Dónde os habíais metido?- pregunta Harry haciendole un hueco a Ron.

-Ahora somos prefectos.

-¡Sois prefectos!- exclamo

-Sí, y debemos ir en otros compartimentos- dice Ron- Son lujosos- dice emocionado- Los asientos son mucho más cómodos, y tienen mucha comida y...

-Vamos no alardees- intervien Hermione.

-No lo hago

-Ron, si lo hacías- ríe mi hermano.

-¡Que va!- rechista el pelirrojo.

Luego los cuatro soltamos una carcajada.