Tres

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|Aidan Gallagher|

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|Aidan Gallagher|

Pasaron tres días desde la ultima vez que vi a ____, hoy era nuestro intento de picnic

Me levante alegre, silbando en la ducha.

La sensación de vomito me hizo correr al inodoro, me iba a reincorporar pero las horribles ganas de vomitar regresaron, cuando logre levantarme me cepille los dientes.

El cielo de un azul perfecto y despejado. Me había puesto mi camisa favorita, tomé mis diecinueve pastillas correspondientes y me heche perfume hasta la calva.

Mientras me enfrentaba a mi pálida imagen en el espejo, tuve que admitir que me engañaba a mí mismo. Jamás encajaría, y no sólo por mis carencias físicas.

Me siento un poco mal por que pienso que ____ solo sale conmigo por lástima, pero se que ella no es ese tipo de persona.

Salí de mi habitación listo para después bajar a desayunar con mi familia. Mis hermanos mayores se quedaran un tiempo aqui a si que se están quedando en casa.

—Buen dia familia –Entre a la cocina bailando.

—Buen dia cariño, ¿Como te sientes?

—Me siento de maravilla, mamá.

Abrí el refrigerador para sacar un poco de comida que sobró la noche anterior para colocarla en la canasta de pícnic.

—¿De verdad le llevas sobras a esa pobre chica? –Dijo Nadia incrédula.

—¡Claro! Si ____ es tan perfecta como creo que lo es, apreciara mucho el arte de un delicioso sushi frío.

—Uy ¿dijiste sushi frío? –Dijo Daniel saliendo de su habitación.

—Tal y como escuchaste hermano.

—¿Que tal un pedazo?

—Todo tuyo –le Lance un pedazo, el cual Daniel lo atrapo con el cesto de la ropa sucia vacío.

—¿Que no te alimentan en tu universidad? No haces mas que picar desde que llegaste.–Dijo Sophie molesta.

—Yo no pico Sophie, yo recolectó que es algo bastante diferente.

Papá bajó listo para ir a la oficina.

—Tiene una cita –Hablo Nadia señalandome y alzando las cejas.

—¡Que bien! Con ____ ¿cierto? –Papá me miro y yo asentí con la cabeza.

—Rob, no te olvides de yoyo -Dijo mamá al ver como papá ya se iba.

—Es cierto –Cargo al pequeño perro– adiós fiel sabueso.

—No Rob, llevalo al peluquero.

—Okey, llevare a Sophie a su entrenamiento, luego a yoyo y directo a la oficina.

—Yo llevare a Aidan y buscare sus medicinas.

—Adiós familia, me voy o si no llegare a tiempo a la universidad –Le quito una tostada a su hermana menor.

—¡¡DANIEL!!

Me comence a reír al ver como Daniel era perseguido por una Sophie molesta, pero de un momento a otro comence a toser sin parar.

—No me gusta esa tos –Hablo mi madre con preocupación.

—No te preocupes, estoy bien.

—El hospital está de camino al parque asi que pasaremos y nos aseguraremos.

—Mamá, de verdad estoy bien –Trate de convencerla pero cuando tosi delató mi mentira.

—Vamos ahora mismo –Me pasó mis muletas.

—Mamá porfavor, ¿podemos ir después del picnic? –Dije suplicando– Te lo pido.

—Ya te dije que no, tu salud es lo primordial y si ____ estuviera aquí pensaria lo mismo.

—No es tan grave, lo juro.

—Iremos al hospital y fin de la discusión

—Okey –Agarro las muletas de mala gana.

Odio los hospitales. Irónico ¿cierto? Casi toda mi infancia he estado en ellos.

El hospital puede que sea un lugar tranquilo y limpio pero simplemente no te sientes bien allí.

Era difícil estar allí, porque... Te sientes completamente desconectado.



|En sala de espera|

Me llevaron en silla de ruedas para sacar sacarme sangre y hacerme otros estudios. Les dije que ya no me sentía mal, y estaba en lo cierto.

Pregunté si podía marcharme, pero la enfermera me dijo que primero debía hablar con la doctora, por lo que quedé atrapado en la sala de espera mientras mi madre estaba caminando de un lado a otro ansiosa.

Salieron los resultados y la doctora entró callada y yo pensaba "No puede ser tan malo"

—Los rayos X de Aidan muestran un pulmón colapsado –Explico la doctora– Por suerte pude acomodar mi agenda y podremos ingresarte ahora.

—¿Ahora? ¿No podría ser mas tarde?, digo no puede ser tan grave, me siento bien –Una de las Enfermeras me sentaron en una silla de ruedas.

—Tu pulmón esta filtrando aire y presionando tu corazón, si no lo liberamos pronto podrias tener un paro respiratorio o cardíaco –Explico la doctora.

Y me dijieron que no, había que hacerlo en el momento.

Me sentía destrozado, todo lo que más quería era ir a ese picnic.

¿Quién no quiere un picnic?...¡Estupido pulmón!

—¡Mamá!

—Esta bien cariño, todo va a salir bien ellos saben lo que hacen –Trato de tranquilizarme pero el hecho de entrar a un quirófano me alteraba en todos los sentidos.

—Te amo mi cielo, nunca lo olvides.

—Enseguida regreso con noticias Lauren –Dijo la misma enfermera que arrastra mi silla de ruedas.

—Okey –Mi madre se despidió con la mano antes de darme la espalda.

Estaba llorando.


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