Grises. Los ojos de su madre fueron grises. Los de ella eran de un marrón profundo casi ofensivo en comparación con los de Teresa Marlowe. No había nada de su madre en ella, así que quiso imaginar cómo habría sido su rostro si tuviera sus ojos, ¿se parecerían? ¿o sería solo el rostro de Sebastian con ojos diferentes? Suspiró, no sabía por qué solía imaginar cosas imposibles. Nunca dejaban nada bueno, aun así, a veces le era imposible no hacerlo.
Su madre no había sido la típica belleza radiante cual sol en primavera, pero eso no significó que no fuera preciosa cuando viva; de piel pálida y cabello negro, sus cualidades fueron de algún modo sombrías. Tenía un aura misteriosa, la mirada enigmática y labios carnosos, Raph estuvo segura de que su sonrisa debió ser encantadora.
Acarició con la yema de los dedos la superficie fría del vidrio y volvió a suspirar. No la había conocido lo suficiente como para recordarla, murió cuando tenía dos años y desde entonces su único contacto había sido a través de las fotografías que existían en casa, aunque para verlas tuviese que romper las reglas de su padre.
Continuó observando el rostro sereno de la mujer que la miraba sin vida. No parecía feliz, tampoco triste, pero sus hombros lucían caídos y, pese a tener la piel brillante y la mirada estoica, la foto para Raphaella gritaba desolación. No pudo imaginarse siquiera la vida de Teresa en la casona, tan grande y lujosa como vacía.
Desde que tuvo uso de razón nunca sintió que bajo el techo Marlowe existiera una familia. Había un equipo, sí, indudablemente, que buscaba ser el mejor en todo y aprender constantemente, mas no una familia a la que pudiera recurrir en caso de sentirse sola, como siempre había hecho. El significado de familia para los Marlowe era muy diferente: era la estirpe y el poder de la sangre, era la capacidad de superar a los demás. Era la valía de los hechiceros. Su madre seguramente hubiese podido entenderla. Cada vez que veía las fotografías en el despacho de su padre no podía evitar pensar en que quizá, si todavía viviera, la casa y su vida misma tendrían un poco más de luz.
Raphaella dejó el portarretratos en su lugar y cogió otro ubicado en el librero detrás del escritorio. Las fotografías de Teresa Marlowe solo Sebastian las conservaba, nunca entendió por qué, si todos los que dormían bajo su resguardo llevaban su sangre, todos la amaron cuando viva y estaba segura de que su amor no había muerto con ella. Sin embargo, no se había atrevido a cuestionar a su padre, si lo hacía bien sabía que una reprimenda sería la respuesta.
Recordó los rumores que en la escuela escuchaba. Algunos eran demasiado crueles que apuntaban a su padre como el hechicero que humillando a una casa inferior consiguió que su madre aceptara participar en la Prueba de Sangre Digna. De esos rumores, Raph no podía saber la verdad; no obstante, lograr ser esposa de la tercera casa más importante no podía significar algo malo, por lo que le era difícil entender cuál era el problema para Teresa, claro, es que hubo alguno, aunque Raph estaba casi segura de que nunca lo hubo.
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Hada de Sombras [Almas Siniestras I]
FantasíaRaphaella es una nigromante que debe sobrevivir a una prueba a muerte mientras lidia con un asesino serial al que ha liberado. *** Raphaella Marlowe sabe que no tendrá mucho futuro en el mundo de la magia si no logra sobrevivir a la Prueba de Sangr...