De pronto, la atención de la sala volvió a la arena gracias un ronroneo que luego fue una vibración; supo qué sucedería, lo había vivido del otro lado minutos antes. Las puertas se materializaron, todos contuvieron la respiración. Poco a poco el roble se abrió revelando a una extenuada Victoria.
Pudo jurar que se veía más delgada que la primera vez, incluso más pálida. La observó caminar hasta la fila. El cabello rojizo de la hechicera se movía sin orden alrededor de su cabeza, tenía los brazos sucios, y las rodillas rojas. La prensora intentó calmar a su agitada quinta extremidad acariciándola, pero esta se rehúso a cooperar. La nigromante vio por el rabillo del ojo como el padre de Ajmátova respiraba tranquilo, y apretaba los puños ante el protocolo que evitaba que las participantes recibieran ayuda de alguien más que no fuera su propio Od.
De verdad esperaba que Isabel tuviera razón, y que fuera una extensión de su magia. De ese modo, Raphaella no habría roto ninguna regla.
Victoria avanzó temblorosa y se colocó a su costado, el suave olor a sudor y sangre que inundó sus fosas nasales le reveló que acababa de tener un subidón de adrenalina.
La nigromante alzó la mirada hacia el número que restaba, había un espacio libre todavía... Sin embargo, su luz duró por escasos segundos y luego fue cero. Nadie más volvería.
El Dómine Jinguji salió de la arena con discreción, los otros hechiceros lo siguieron. Gou había perecido en el Bosque Estigio. Raphaella vio al heredero de la familia apretar los puños sobre las piernas.
—Las hechiceras están aquí. —La voz atronadora del Dómine Alexander rompió el discreto murmullo del lugar, nadie se esperaba que una buena descendiente fuera parte del sacrificio—. No esperemos más, las sobrevivientes merecen darse a conocer. —Hizo un gesto que indicaba a la primera en salir a escoger—. Adelante, Wakana, te has ganado el honor de elegir con todas las posibilidades abiertas.
La nigromante se indignó. ¿No daría las gracias a los padres por la ofrenda siquiera? Aceptaba la pérdida, pero no la indiferencia con la que trataban a las familias. ¡Acababan de morir seis hechiceras! ¡Acababan de perder a sus hijas! ¿Acaso nadie se daba cuenta de ello?
«Es una competencia. En las competencias no agradeces a los perdedores»
La voz de Sebastian volvió a resonar en su cráneo, reforzó sus muros mentales y siguió con la mirada a Wakana, la velocista avanzó hasta quedar frente a los herederos.
—La sangre Nanase ofrece un ágata. —Depositó el talismán en la jofaina de Yuzuru Jinguji.
El hechicero asintió, agradecido. La chica, por su parte, esperó a que la verdad se destapase antes de volver a su lugar. La jofaina brilló de un suave color azul. Se trataba de un talismán beta; no podía discernir si era un amplificador, facilitador o qué, ese secreto solo pertenecía a los herederos.
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Hada de Sombras [Almas Siniestras I]
FantastikRaphaella es una nigromante que debe sobrevivir a una prueba a muerte mientras lidia con un asesino serial al que ha liberado. *** Raphaella Marlowe sabe que no tendrá mucho futuro en el mundo de la magia si no logra sobrevivir a la Prueba de Sangr...