Arrastraba los pies sin rumbo fijo, tenía la ropa acartonada por el fango en el que había pasado la noche. Raphaella no se sintió digna siquiera de un árbol o una roca. Su consciencia todavía pesaba y una voz interna no paraba de gritarle que era una desalmada. Mató a una hechicera a sangre fría, pudo haber huido, pero eligió asesinar. Y no podía dejar de recriminárselo. No existía explicación alguna que justificase sus crímenes.
Limpió sus mejillsas, estaban húmedas, no había parado de llorar desde esa tarde; sin embargo, pese a la culpa, aún había algo dentro de ella que la instaba a continuar, a pelear y sobrevivir, no podía quedarse y esperar a que alguien más la matara. Eso habría sido una mentada de madre para Lisa. Además, tampoco quería morir, pues, aunque era claro que el Bosque ya habría asumido a Lisa como el sacrificio, la unidad solo era un mínimo requerido, no significaba que la sangre dejara de correr a la primera muerte.
Su mente la traicionó haciéndola repasar lo sucedido. Sofía atacó sin temor y la protegió sin conocerla, había arriesgado su vida con tal de ayudarla y la nigromante no fue capaz ni de agradecerle, huyó como vil cobarde luego de cometer el crimen. Huyó, dejándola con el cuerpo de Lisa. Su estómago se contrajo al recordar el cuerpo sanguinolento de la hechicera... Se preguntó cómo la estaría pasando la naturalista, ¿tendría remordimientos, así como ella? ¿O andaría de lo más campante? Tal vez debió quedarse y formar un equipo, de ese modo podrían protegerse una a la otra... No obstante, alejarse no había sido una decisión incorrecta, Sofía podría volverse contra ella.
Se agachó y escarbó un poco en la raíz de un árbol, húmedo... había alguna fuente de agua cercana. Se concentró en los ruidos del ambiente, detectando piares de aves, sonidos del viento y, sonrió, agua corriendo. Los hechizos para aguzar sus sentidos los había ejecutado a la mañana siguiente de lo ocurrido con Lisa, más le valía ser precavida y evitar más altercados. Su casi muerte pudo haber sido evitada, si hubiera escuchado que era acechada, habría corrido sin detenerse. Giró a la izquierda y avanzó hasta encontrar el río.
El agua corría sonora y limpia, se acercó a la orilla y hundió las manos en ella. Llevó un poco del líquido a su rostro y lavó la sangre de Lisa. Aún tenía su vida derramada sobre sí misma. Lo ideal sería quitarse la ropa y enjuagarla; no obstante, si se topaba con alguna hechicera más, encontrarse semidesnuda dificultaría la defensa... Además de hacerla pasar una enorme vergüenza.
La nigromante depositó la mochila al pie de un árbol antes de sumergirse de un chapuzón, la corriente no era fuerte lo que le permitió nadar de dorso por breves segundos. Luego talló su ropa por encima. El agua fue marrón y rojiza. Sangre que no le pertenecía. Salió tiritando, el viento soplaba.
Recogió sus pertenencias y sacó el ánfora para rellenarlo antes de retomar el camino. Sus ojos seguían sin vislumbrar ningún talismán en la redonda, lo que tenía sentido si consideraba que andaba sin rumbo fijo. Era tiempo de espabilar, no podía pasarse la prueba lamentando sus acciones. Subió a un árbol con el objetivo de orientarse, desde ese ángulo pudo ver los cuatro lugares estratégicos a visitar.
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Hada de Sombras [Almas Siniestras I]
FantasyRaphaella es una nigromante que debe sobrevivir a una prueba a muerte mientras lidia con un asesino serial al que ha liberado. *** Raphaella Marlowe sabe que no tendrá mucho futuro en el mundo de la magia si no logra sobrevivir a la Prueba de Sangr...