𝙼𝚢 𝚑𝚘𝚗𝚎𝚢 ☁︎ TᴀᴇGɪ

¹⁹

-¿Recuperando la memoria? ¡Esto es increíble! -Exclamó Jin dando pequeños saltitos.

-No lo sé, son como pesadillas de lo que recuerdo.

-Así es. -Comentó Tae que se mostraba pensativo y bastante inseguro respecto al tema.

-De hecho, Jin.

-¿Que sucede, leche?

Este solo rodó los ojos por el apodo que le tenía a él. -¿Como conociste a JungKook?

-Oh, ¿recuerdas cuando comencé a trabajar en la cafetería? Bueno, me dijo que me conocía a mí y, bueno si se me hizo muy conocido. Él se me acercó, osea, me pidió algo de la cafetería para luego conversar conmigo y bueno, me quedé hablando con él y era mi primer día. Me despidieron.

-No serás idiota, SeokJin.

-¡No fue mi culpa!

-JungKook fue mi pareja cuándo tuve el accidente. -Dijo este sin pensarlo dos veces.

Los tres chicos se atragantaron con la comida, para luego intentar reaccionar.

-¿Que dices?

-Así es, he tenido esos sueños tanto como recuerdos con él, y de mi niñez, los cuáles no son bonitos.

-Ahora todo tiene sentido, ¿Por qué no me dijiste de un principio? -Un Tae celoso apareció ferozmente.

-Porque no estaba seguro del tema, cariño.

Este tomó la mano de Tae para dar leves y suaves caricias.

-Esta bien...Pero, entonces si busco a Jin era para llegar a ti. -Volvió a posar como un chico que pretendía verse sabio e inteligente. -¡Ya sé! -Exclamó este.

-¡Quiere estar contigo de vuelta!

Su cara pasó de ser de triunfador por adivinar lo que sucedía, a una cara de tristeza al procesar lo que sucedería si pasa eso.

-Ay no, Tae se deprimió. -Dijo Nam burlándose de este.

-Cállate.

-Lo siento.

-Aunque esté recuperando mi memoria estoy feliz estando contigo, Kim.

-¿Cuál Kim? -Comentó Nam para luego recibir un pequeño golpe de parte de su esposo. -Auch, idiota.
Jin lo miró de forma amenazadora por lo que preguntó.

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Todo era muy confuso para Min YoonGi quién se encontraba en un proceso de estar recordando toda su vida cada vez que soñaba.

¿Por qué le llama pesadillas a sus recuerdos que ahora aparecen?

La respuesta es simple, pero dolorosa.

Min en su niñez sufrió abuso, tanto psicólogo por parte de sus padres, y abuso sexual por parte de un profesor de él cuándo era pequeño.

Luego están las pesadillas con JungKook, para él es una tortura ver esos recuerdos y ver como ambos siendo tan pequeños sufrían por culpa de sus padres al no tener la aprobación de la relación que llevaban a cabo.

Min sufrió el accidente al día siguiente del cumpleaños de Kook, sufrió el accidente en su propio cumpleaños, hay cosas que tampoco recuerda, como algunos detalles.

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La música suena, es demasiado relajante.
Ambos jóvenes bailando a la par de la música mientras que simulaban estar en la película Titanic de forma divertida y así reír a la par.

-¿Te diviertes?

-Claro que sí, gracias. -El más pálido con un leve beso sonreían hasta que escucharon la puerta abrirse.

Los padres de Min habían llegado antes de tiempo como ellos habían dicho.

El terror se presentó en persona en ambos jóvenes que disfrutaban de un buen momento de celebración por sus cumpleaños.

-¡Maricas de mierda! -Exclamó el señor Min que estaba bastante ebrio. -Vete de mi casa, o llamaré a tus padres, ¡Imbécil!

Ambos chicos salieron corriendo de la habitación, mientras que el padre los perseguía por toda la casa para luego rendirse ante los padres de Min quiénes ofrecieron ir a dejar a Jeon a casa y de una vez separarlos.

Todo iba muy tenso en el auto, el ambiente, la música, todo.

ambos chicos estaban tan agotados de haber bailado y correr que cayeron dormidos para luego escuchar un fuerte golpe.

Jeon abrió los ojos y se encontraba fuera del auto, estaba a metros del mismo auto que estaba prácticamente molido. Este sin fuerzas intentando gritar el nombre de su amado.

-¡Min...!
Volvía a cerrar y abrir sus ojos para intentar buscarlo otra vez, YoonGi estaba mucho más lejos, casi ensangrentado.

-Min...

Dicho eso por última vez para luego despertar totalmente ileso, solo fue el impacto del golpe que lo dejó aturdido.
Este despertó desesperado buscando su novio.

-¿Dónde está él?
comenzaba a moverse para poder salir de la camilla pero seguía algo débil.

-Tranquilo, chico. Hay tres noticias, una buena y dos malas.

-Empiece por la buena.

El médico asintió.

-Min y tú, están vivos.
El pequeño estaba un poco animado pero no después al escuchar las otras dos noticias.
-Lo siento mucho.

-No puede perder la memoria... ¡No puede hacerme esto!
El menor solo lloraba desesperadamente sin poder levantarse de ahí.
-¡Él puede recuperarla!

-Me temo que no. -Contestó el médico apenado para luego dejar la habitación.

-No puede estar pasando esto...