Siempre serás tú •jughead Jones•

•Capitulo 11•

Estaba saliendo del garage.

Jughead toma mi brazo y me gira hacia el.

— ¡Espera!.

— Jughead que —

No me dejó terminar, porque sus labios ya estaban sobre los míos. ¿Que están haciendo?.

Esto estaba mal, el tenía novia y aunque yo lo siguiera amando el me dejó por otra.

Me gustaría decir que lo empuje y que salí de ahí, pero no, le seguí el beso.

Extrañaba esto.

El tomo mi rostro profundizando el beso, solo éramos el y yo en ese momento.

No separamos y ahí fue donde me di cuenta de la estupidez que cometí.

—Esto.. no debió pasar — lo mire  con nerviosismo.

— De acuerdo— dijo algo decepcionado — Olvidemos que esto paso, pero quiero ayudarte— pasa un mechon de cabello detrás de mi oreja.

Fruncí el ceño confundida — ¿Ayudarme?, ¿Cómo?.

— Me dijiste que perdiste la memoria, ¿No es así? — pregunto, yo asentí aún confundida— quiero ayudarte a recordar.

— ¿Porque lo harías?.

— Por lo que algún día tuvimos,— hico una pequeña pausa sientes de continuar— además, quiero saber a dónde te fuiste y que hiciste en realidad cuando Jason desapareció el 4 de julio, aún no te creo el cuento del internado.

—¿Acaso insinúas que yo tengo que ver con la muerte de mi hermano?— pregunté molesta.

Jughead se encogió de hombros— Solo decía que quiero saber la verdad y es algo sospechoso que justo tu te vallas el mismo día que dieron desaparecido a Jason y ahora tú no recuerdas nada. Incluso lo tuyo puede que esté relacionado a tu hermano

— Bien, dejaré que me ayudes, pero antes tengo que decirte una cosa más,— tome aire para hablar— tenemos un...

No pude terminar de hablar como es de costumbre.

Betty entro me observo con el ceño fruncido, regreso su mirada a el y hablo— Jughead, ¿Podemos hablar?.

— Yo me voy, adiós Jughead, luego hablamos— salí del garage y regreso a dentro.

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Todo eran risas y música fuerte aún no podía eliminar de mis pensamientos lo que acababa de pasar hace unos minutos.

Pero Jughead tenía razón y nunca lo pensé hasta ahora, ¿Y si mi estadía en las hermanas de la misericordia tenía que ver con lo que le pasó a mi hermano?, Realmente tendría mucho sentido.

Había tomado la decisión de irme, pero cuando llegue a la puerta Jughead apareció en mi campo de visión. Estaban tapando el paso a la puerta.

Camine hacia ellos y pregunté— ¿Que ocurre?.

— Déjame salir, Chuck — hablo Jughead con su mirada al frente.

— Pero aún no puedes irté, ya viene lo más divertido — Cheryl hizo una pausa antes de continuar con un tono más elevado — ¡Su atención por favor!. Todos tienen sus secretos y todos alguna vez emos pecado, es algo que la muerte de mi hermano ha revelado. Juguemos un poco para que esos secretos se revelen.

— Chery, no creo que..— trate de hacerla entrar en razón pero me ignoro.

— Será divertido, hermana.

Esto acabaría mal.

–

Cheryl nos reunió a todos en la sala de la casa de Archie.

—¿Que rayos es secretos y culpas? — pregunto Jughead dirigiéndose a mi hermana, quien había propuesto el jugo.

— Es una variación de verdad o castigo, en el cual nos confesamos sin ningún rodeo.— contesto ella caminado en el centro — Comenzaré el juego con Verónica lodge.

Mi hermana y Chuck se la pasaron preguntado y acusando a todos hasta que eso ocasionó una pelea— por lo que dijo de Betty — entre Chuck y Jughead.

Jughead dió el primer golpe en reacción a lo que salía de la boca del otro chico. Chuck empujó a Jughead estrellándose con la mesa que estaba justo atrás de ellos. FP tubo que intervenir sacando a todos de la casa, y gracia a Dios que los hizo, si no esto hubiera acabado en el hospital.

Estaba a punto de salir cuando me intercepto en el camino. Su mejilla estaba sangrando.

— ¿Duele? — fue lo único que dije para tratar de eliminar la tensión que siempre hay entre nosotros.

— Un poco— dijo aún mirándome incómodo. Le sonreí antes de rodearlo pero nuevamente me detuvo.

Lo mire con desconcierto, no dije nada así que continuo.

—  No terminamos de hablar y te quiero ayudar. Mañana en el azul y oro ¿Te parece?.

— Depende, ¿Va a estar Betty?.

— No, esto es algo entre tu— me señaló y regreso su mano para señalarse a el — y yo.

No pude evitar que una sonrisa se dibujara en mis labios.

— De acuerdo, hasta mañana jugy.

–

Al otro día en el azul oro me encontré con Jughead y le conté todo— menos sobre el dichoso bebé que no tengo ni idea de dónde esta— el parecio sorprendido y algo confundido.

Jughead caminaba de un lado a otro mientras parecía estar ordenando todo lo que le dije en su cabeza.

Se detuvo y me miró.

— De acuerdo, recapitulemos — hizo una pausa pensando — Tu despertaste en las hermanas de la misericordia, dónde estuviste más de 4 meses y no te dejaban salir, además de que no recuerdas nada de lo que pasaron los meses antes de que reaccionaras. Luego decidiste aprovechar la huida de Polly para escapar tu también, llegaste a tu casa y fue ahí donde te enteraste de la muerte de Jason — se quedo esperando mi respuesta. Yo asentí con la cabeza.

Al ver que yo no hablaba el continuo.

— ¿Recuerdas algo más de antes de que te fueras?.

— Si, de hecho, creo que omití algunos datos importantes — solté una risa nerviosa y el me miró serio.

Aún no estoy tan preparada para decirle eso, no puedo llegar y decirle que había tenido un hijo y yo ni si quiera sabía que había pasado con el. Pero no tenía opción está vez.

— ehh.. ¿Aún... recuerdas nuestra discusión en pop's?— hice una pausa esperado su respuesta. El asintio — pues.. cuando salí alguien me secuestro. — empeze a jugar con mis dedos nerviosamente.

Jughead lucía confundido hasta que reaccionó — ¡¿Te secuestraron y no dijiste nada?!.

Negué con la cabeza— Hace unas semanas lo recordé y a veces se me olvidan las cosas otra vez.

— ¿Algo más que recuerdes que haya pasado ese día?— pregunto sentándose a mi lado.

— De hecho si, hay dos — seguí jugando con mis dedos mientras Jughead me miraba fijamente esperando que continuará — Me desmaye y desperté en un cuarto raro, después no recuerdo que paso pero había sangre y ese mismo día me llevaron con las hermanas de la misericordia. Y estando ahí intenté escapar pero me sedaron y un hombre estaba ahí, el mismo hombre que estubo cuando me secuestraron. Y... también recuerdo lo que te que te quería decir aquel dia.

El me miró con el ceño fruncido.

— Ese día te quería decir que... estaba embarazada.