Cap. 6 - CHICO MALO-

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Para Efraín, Carlos era un chico muy manejable, era como un perrito a quién le pasabas la mano por la cabeza y ya lo tenías en sus manos. De paso sabía que Carlos se moría por él, cosa que Efraín le gustaba y es que para tener el "status" que tenía ahora en el entorno de alguna forma fue gracias a su amigo Carlos quién le fue presentando a personas del ambiente social y si, ayudado con un carisma y físico impresionante fue como llegó a donde está ahora.

El ambiente de Efraín en su niñez fue MUY diferente, contaba con un historial de maltratos abusivos por su padre, a diferencia de Carlos que tenía hermanos y padres -disfuncional, pero los tenía- Efraín solo creció con su padre y era único hijo, su padre (Manuel Rodríguez) desde que murió su esposa quedó en total abandono y se refugió en el vicio del alcohol, trabajaba por épocas, todo el tiempo estaba malhumorado y maltrataba a Efraín en muchas ocasiones. Así que la infancia y parte de la adolescencia de Efraín no fueron nada agradables.

¡CHICO MALO!, ¡CHICO MALO!, ¡CHICO MALO!... siempre le repetía su padre cuando lo regañaba, que en muchas ocasiones eran por nada, no había motivos para tanto abuso.

Efraín fue creciendo y siempre se decía a sí mismo:

¡Nunca dejaré que nadie pase sobre mí! (sentimientos de rabia)

¡Solo me tengo a mi!

Hubo personas que le tendieron la mano, para ayudarlo a salir adelante, otras no tan buenas como todo en este mundo. Muchas veces el subconsciente de Efraín le jugaba malas pasadas porque todavía en él vivía ese niño al que su padre le decía ¡Chico malo! Y el chico creció y se comió el cuento de que era malo... Y así ha crecido y es su presente, conviviendo con la dualidad de dos personalidades, en unos haciendo el bien y otros el mal. 

Mi Mejor EnemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora