Zuho tenía solo 15 años cuando fue brutalmente atacado por un recién convertido Rowoon, quien perdió el control al oler su dulce sangre.
Ahora, muchos años después y luego de buscarlo para poder vengarse, Zuho ha encontrado su oportunidad al descubr...
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El día del concurso había llegado y, aunque no lo confesaría, Taeyang estaba algo nervioso. Aunque se trataba de un nerviosismo "normal" que nada tenía que ver con aquellas criaturas que deseaban desangrarlo y beber hasta la última gota de su sangre.
No, esta vez era un simple nerviosismo por no perder, por querer ganar aquella competencia pues era la primera vez en la que participaba en un concurso tan grande, habría incluso algunas cámaras que televisarían, así que si se equivocaba sería visto por muchas personas.
"Pero no debes pensar así", se riñó mentalmente mientras se miraba en el espejo, "tienes la habilidad, el conocimiento y el cuerpo para ganar esto, así que no hay espacio para dudas".
Se miró una vez más, el top crop negro que dejaba a la vista su abdomen trabajado y su cintura estrecha, algunas partes del hombro y la espalda también eran visibles en una mezcla de exhibición y pudor que esperaba fuera lo bastante llamativa; los pantalones entallados eran un plus que alimentaban el erotismo.
Se cuidó de acomodar bien la gargantilla de plata, de manera que la tela estrecha la mantuviera inmóvil en su lugar. Lo peor que podría pasarle era que ese regalo se cayera a media presentación y su pequeño vial se rompiera ahí enfrente de todos.
Tuvo tiempo de una última respiración profunda antes de que la puerta de su pequeño camerino.
—Es hora, —le indicó uno de los encargados.
Taeyang asintió y luego de una última mirada al espejo que lo dejó satisfecho, salió junto al resto de concursantes. Su altura y su cuerpo le daban ya un cierto protagonismo, aunado también a la seguridad en su rostro y en su caminar.
Se hizo el nombramiento de los nueve concursantes, en la mayoría de los casos ya los conocía aunque había un nuevo rostro que le llamó la atención, su rostro joven parecía vivaracho y su cabello negro era ondulado en elegante descuido.
Cuando Taeyang fue presentado se escucharon algunos aplausos emocionados, les dedicó una media sonrisa a quienes lo apoyaban con lo que ganó una nueva oleada de grititos.
Una vez que las presentaciones concluyeron, todos los participantes fueron detrás de bambalinas para comenzar. Taeyang era casi el último y para cuando fue su turno ya tenía por completo los nervios dominados.
En cuanto fue anunciado entró al escenario y se puso en posición, podía sentir ya la adrenalina de una presentación, así como el recibir todo aquel amor de las personas que lo miraban. Aunque su rostro era una máscara de sensualidad con la que esperaba ganar tanto a los jueces como a sus fans.
No fue tan complicado, en cuando la música comenzó a sonar se adueñó de su cuerpo, el movimiento fluía como oleadas de sensualidad. Tenía los movimientos ya memorizados luego de tanto practicar así que los hacía sin mayor preocupación ni contratiempo.
Hubo una parte, casi al final, en la que Taeyang se acuclillaba cerca del límite del escenario, y hacía movimientos felinos que quedaron muy cerca de sus fans, entre eso y la mirada fija que dedicó a sus fans terminó por ganarse todos los corazones.
