14.- Penitencia.

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El primer aliento que entró en el cuerpo de Rowoon trajo consigo no solo el dolor que su cuerpo había experimentado, sino la consciencia de todo lo que había ocurrido hasta ese momento

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El primer aliento que entró en el cuerpo de Rowoon trajo consigo no solo el dolor que su cuerpo había experimentado, sino la consciencia de todo lo que había ocurrido hasta ese momento.

Aun antes de moverse o demostrar que había despertado, dejó que sus sentidos captaron todo alrededor: podía escuchar muy cerca de él un corazón humano latiendo suavemente, y en su olor pudo identificar a Taeyang, fuera de él no había nadie más.

Una vez seguro de esto por fin abrió los ojos, estaban en el mismo cuarto subterráneo al que Zuho lo había llevado, para su buena suerte no había ventanas, la oscuridad era fría y completa. Pero no había tiempo para tentar a su suerte.

—Taeyang, hey Tae, despierta —le apremió.

El humano hizo un par de gemidos y gestos mientras despertaba.

—Rowoon, ¡Rowoon! ¿Dónde estás?

Pudo ver entonces al pequeño peliblanco que intentaba levantarse a pesar de estar atado y miraba a todos lados, mientras seguía repitiendo su nombre; se dio cuenta que en realidad él no podía verlo.

—Tranquilo Tae, estoy aquí —le habló en voz baja, con un intento de tranquilizarlo.

Taeyang suspiró, dejó de buscarlo pues no podía ver nada así que solo cerró los ojos y recargó la frente en el frío suelo, pronto comenzó a llorar.

—Lo siento, Rowoon, lo siento, es mi culpa, no quería que nada de esto pasara, —balbuceaba entre sus sollozos.

La criatura hubiera deseado poder abrazar a su pequeño amigo para consolarlo, dado que no podía sólo se limitó a hablarle en el mismo tono suave.

—¿De qué hablas Tae? Esto no es tu culpa, por el contrario, lamento que te vieras envuelto.

—No, tenías razón, no debí confiar en él, es solo que, no pensé que fuera así.

—Taeyang, basta...

Por algunos momentos Rowoon se quedó en silencio, algo dudoso de poner en voz alta aquello que lo había atormentado durante casi toda su existencia como vampiro. Pero Taeyang merecía saber la verdad, no era justo que él cargara con una culpa que no le correspondía.

—Escucha, esto no es tu culpa, en realidad es la mía. Hace muchos años que conocí a Zuho, aunque en ese entonces ni siquiera supe su nombre... yo, era demasiado joven, y olí su sangre derramada aquella noche.

Guardó silenció, luchando contra los recuerdos, eso le permitió escuchar el sonido sorprendido que soltó Taeyang.

—Tú, eres el vampiro que lo atacó, cuando él era un niño —afirmó más que preguntó.

Era la primera vez que Taeyang utilizaba esa palabra para referirse a él, Rowoon sintió como si se tratara de una grosería, aunque dadas sus acciones no podía culparlo.

Venganza feérica (ZuRo / TaeHwi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora