Venganza feérica (ZuRo / TaeHwi)

7.- Castigo

Pasaron así casi una semana y media , Zuho vio al joven Taeyang varias veces y siguieron platicando bastante. Aunque era más bien sobre la vida diaria del más joven, sus sueños como bailarín y sus aspiraciones para llevar una vida normal.

Conforme más tiempo iba pasando, Taeyang se iba sintiendo más cómodo en presencia del mayor, confiaba cada vez más en él por lo que le fue contando más y más cosas. Por su parte Zuho apenas contaba algunos detalles de su vida, nada demasiado revelador en realidad.

No fue hasta aquella tarde en que, sin haberlo planeado de antemano, ambos terminaron contando algo más, todo gracias al soju que vendían en aquel establecimiento y que en un inicio fue regalado por cortesía, aunque no pasó mucho antes de que Zuho comprara un poco más.

—Veo que hoy estás un poco más alegre Tae, —comentó el mayor mientras lo veía servirle otra copa de soju.

—Sí, mañana habrá otro concurso y estoy más que preparado, —comentó, levantando el brazo con emoción.

—Te irá muy bien, te he visto bailar y sé que mereces ganar.

Taeyang de nuevo se ruborizó, a Zuho le parecía muy curioso cómo el chico podría mostrarse tímido o cohibido con ciertas cosas mientras que durante el baile era sumamente seductor y confiado.

—Lástima que es durante la tarde de nuevo, así que Rowoon no podrá venir a verme.

—Comprendo, ¿y tú familia tampoco puede ir a verte? —lanzó por fin su pregunta.

Taeyang lo miró algunos momentos, dudando si debía confesar aquello, pero ya se sentía en confianza y cuidado por el ser feérico mayor.

—No, en realidad ellos murieron hace tiempo, todos ellos.

—Lo siento, si es un tema difícil...

—No, espera

Taeyang levantó una mano para silenciarlo, mientras con la otra bebía de un solo trago toda su bebida para darse valor. Quería poder contarlo sin desmoronarse, su deseo era poder continuar con su vida sin que el pasado se lo impidiera y para hacerlo debía poder hablar de ello. Además, su hyung era igual a él, si había alguien que pudiera entenderlo ese era Zuho.

—Ellos murieron hace varios años, luego de que una criatura enloquecida nos atacara, es obvio que me buscaba a mí pero mis padres intentaron detenerlo, igual mis hermanos intentaron esconderme, pero todo fue en vano.

Zuho sirvió otro vaso a Tae, sin hacer más ruido para no interrumpirlo, Taeyang bebió un trago intentando que el pasado no volviera a lastimarlo mientras lo contaba.

—Habíamos salido de vacaciones, por lo que aquella noche no estábamos en casa aunque ya casi llegábamos, de pronto otro coche nos chocó por detrás, nada demasiado grave en un inicio pero me golpeé la cabeza con el vidrio y comencé a sangrar.

>Fue entonces que todo se trastocó, esta criatura salió de quién sabe dónde luego de oler mi sangre, arrancó la puerta del coche y tomó a mi hermano mayor, solo pudimos escuchar su grito al perderse en la oscuridad.

>Mamá salió a buscarlo de inmediato, y papá la siguió luego de ordenarnos a mi otro hermano y a mí que permanecieramos en el coche. Fue la última vez que los vi, mi hermano intentaba consolarme mientras yo solo podía llorar, más cuando escuchamos sus gritos a lo lejos también.

>No pasó mucho antes de que la criatura volviera, mi hyung intentó alejarlo pero fue imposible, ese maldito bebió su sangre justo frente a mí antes de también morderme brutalmente, por suerte Rowoon apareció justo en ese momento.

>Él acabó con la criatura loca y me salvó, entonces yo había quedado solo, atemorizado y trastornado, pero él me llevó consigo y me cuidó hasta que me puse mejor. Eso fue hace varios años, desde entonces he vivido con él, y ahora quiero vivir como una persona normal, no quiero que aquello me marque para siempre.

—Ya veo, en realidad eres muy valiente pequeño Taeyang, me alegra que lo estés logrando.

Taeyang sonrió de nuevo y volvió a vaciar su vaso.

—¿Qué hay de ti hyung? Si puedo preguntarte, ¿todo lo que sabes lo aprendiste de tu familia?

Aquella pregunta lo tomó por sorpresa, entre eso y el alcohol, él no alcanzó a levantar sus barreras.

—En realidad, todo lo fui aprendiendo poco a poco conforme la experiencia, aunque al inicio tuve un poco de ayuda no dejé que fuera demasiado.

—¿A qué te refieres, hyung?

Zuho se encontró de pronto contándole a Taeyang lo que había vivido en su adolescencia, hacía muchos años, cosa que en realidad no había vuelto a decirle a nadie más a pesar de que no había día en que no pensara en ello.

Obviando el nombre de Rowoon, como si no supiera quién era el que lo había atacado, le contó todo lo demás hasta que había despertado en casa de las otras criaturas.

—... Daesung fue el que se encargó de contarme lo que sabía, las otras tres criaturas intentaron acercarse un par de veces, pero no podía confiar en ellos. Daesung lo entendió, así que cuando quise marcharme solo tres días después de despertar, lo permitió.

>Me dio todos los consejos que pudo para poder permanecer con vida, sobre todo cuidándome de no salir de mi casa de noche. Así viví un tiempo, viajando de día y ocultándome de noche hasta que fui haciendo mi propia vida.

El silencio se instaló entre ellos por algunos momentos.

—¿Y qué pasó con tu mamá, y con tu hermanito?

—Los vi una vez más antes de partir, aunque fue de lejos. Ellos lloraban mi muerte pues era lo que había dicho la policía luego de ver la escena. Estaban tristes, sí, pero estaban a salvo así que era lo mejor, fue la última vez que los vi, pero sé que están bien y que lograron seguir con su vida con normalidad. Al menos logré mantenerlos a salvo, alejados de este oscuro mundo.

—Me alegra saber que al menos están a salvo, lo hiciste bien hyung.

Taeyang seguía sonriendo, y aunque por fuera Zuho también lo hacía, podía sentir como su corazón se hacía cada vez más duro y frío, aquel recuento le recordaba lo que debía hacer.

—Bueno, ¿y a dónde será el concurso mañana? Tal vez no pueda venir alguien más, pero si me lo permites me gustaría ir a apoyarte.

—¡Claro que sí hyung! Me encantaría tenerte allí.

—Es un hecho entonces, mañana pasaré por ti y te acompañaré. Por el momento creo que es hora de regresar, no falta mucho para que anochezca.

Taeyang miró la hora en su celular.

—Oh, tienes razón hyung, gracias. Te veré mañana entonces.