Zuho tenía solo 15 años cuando fue brutalmente atacado por un recién convertido Rowoon, quien perdió el control al oler su dulce sangre.
Ahora, muchos años después y luego de buscarlo para poder vengarse, Zuho ha encontrado su oportunidad al descubr...
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—Te lo digo Rowoon, era otro ser feérico, igual que yo.
Decía un emocionado Taeyang como por tercera vez desde que la criatura había despertado. A pesar de la emoción del menor, Rowoon no parecía muy feliz.
—Lo sé, ya me lo dijiste, pero ¿quién es? ¿De dónde viene?
—No lo sé, no pude hablar mucho con él, ya casi era de noche y quería volver a casa antes de que lo fuera. Pero prometimos salir más adelante.
—También me lo dijiste, pero no me agrada mucho la idea.
—¿Qué? ¿Por qué? Rowoon él es como yo, no va a lastimarme, ¿qué ganaría con eso?
—Bueno, no lo sé, podría estar relacionado con alguna otra criatura y podría querer entregarte a él.
—Eso no tiene sentido Rowoon, ¿por qué me entregaría a mí cuando tiene su propia sangre? Yo creo que solo estás paranoico... —Taeyang, que hasta el momento se había mostrado alegre, puso de pronto una sonrisa maliciosa en su rostro—. ¿O será acaso que estás celoso?
Rowoon lo miró con una ceja levantada.
—¿Celoso, en serio?
—Pues sí.
—Pequeño bribón, —repitió su "insulto" favorito antes de acorralar a Taeyang.
Para cuando el peliblanco quiso reaccionar fue demasiado tarde, Rowoon ya lo había atrapado y pronto sus costillas fueron atacadas por las ágiles manos, así Taeyang terminó retorciéndose por las cosquillas sin que la risa le permitiera respirar correctamente.
—Ya, ya, me rindo, tú ganas —aceptó al final.
Ambos habían terminado en el suelo, con la criatura encima de Taeyang aunque deteniendo todo su peso con las piernas. Por fin Rowoon se apartó para permitir que el humano se recompusiera un poco.
—Bien, de acuerdo. Al menos déjame renovar la marca, así si hay alguna otra criatura de por medio sabrá que estás bajo protección.
—Si, si querías alimentarte, de mí, solo tenías que pedirlo —bromeó Tae mientras recuperaba el aliento.
—Como sea, pero en verdad quiero hacerlo.
La risa desapareció por fin del rostro de Taeyang, aunque permanecía una chispa divertida brillando en sus ojos mientras rodeaba el cuello del pelinegro con sus brazos.
—Mi vida y mi sangre son tuyas, Rowoon —susurró.
El vampiro ocultó el rostro contra su cuello, al hablar su aliento enfrió aquella piel sensible.
—No digas eso Taeyang, yo solo quiero protegerte.
Posó sus labios con suavidad sobre la pequeña cicatriz que mostraba su marca, logrando con ello que todo el cuerpo humano temblara en antelación.
