Zuho tenía solo 15 años cuando fue brutalmente atacado por un recién convertido Rowoon, quien perdió el control al oler su dulce sangre.
Ahora, muchos años después y luego de buscarlo para poder vengarse, Zuho ha encontrado su oportunidad al descubr...
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En cuanto anocheció, Hwiyoung se apresuró al edificio donde había dejado a su Taeyang, temiendo que Zuho realmente lo hubiera matado. Suspiró aliviado al sentirlo con vida en cuanto se acercó, sin embargo también podía presentir la presencia cercana del otro humano así que esperó justo en la esquina del edificio
Al parecer estaban hablando, aunque su audición aún no estaba tan desarrollada como para saber de qué lo hacían. Pasó un lapso indeterminado antes de que apareciera un segundo sonido que dejó totalmente desconcertado a Hwiyoung: era el llanto de Zuho.
Hwiyoung fue incapaz de comprender lo que pasaba, ¿por qué diablos aquel humano, que se veía tan fuerte y astuto, ahora lloraba? Ni siquiera parecía que hubiera estado hablando con los otros, pero de pronto había comenzado aquel sonido pasmoso.
Se puso tenso de pronto cuando sintió cómo el humano se movía, pensó que saldría del edificio pero éste sólo subió hasta su departamento, aquella era la oportunidad que había estado esperando. De inmediato entró y avanzó con presteza hasta el sótano.
Taeyang seguía casi en el mismo lugar donde lo había dejado, aún con las manos atadas tras la espalda, se acercó para desatarlo con cuidado. Podía ver ya los hematomas en su blanca piel, e incluso cuando levantó la mirada notó su pómulo lastimado y la sangre seca sobre su labio.
—¿Hwiyoung?
—Ya, ya, tranquilo, estoy aquí. Dame un momento y te sacaré, —terminó de soltarlo y le ayudó a sentarse pues se notaba bastante adolorido—. ¿Cómo estás?
—Duele... —se quejó Taeyang, moviendo con cuidado los hombros para desentumecerlos.
—Lo sé, pero pronto te sentirás mejor. Anda, debemos ir a algún lugar seguro para que puedas descansar y recuperarte.
Sintió de pronto la oleada de amenaza proveniente del otro, así que levantó la vista hacia él, la mirada violeta en Rowoon era amenazante.
—¿Qué es lo que quieres de él? ¿A dónde lo llevas?
—Es obvio, lo llevo a algún lugar donde pueda estar a salvo —contestó con voz altiva.
—No me engañas, ¿por qué harías algo como eso?
Hwiyoung dudó por un momento, no tenía nada que explicarle a aquella criatura que ni siquiera había podido mantener a salvo a su Taeyang, de hecho gran parte de esto era su culpa. Estaba a punto de mencionar mordazmente aquel último punto cuando notó la mirada del humano, quien también lo veía con la duda en sus ojos, eso sí no lo pudo soportar.
—Porque quiero, así de simple. —contestó Hwiyoung, aunque mantenía la mirada en el peliblanco—. Quiero hablar más con él y que me escuche, y quiero que él también me cuente de su vida, de su pasado.
Estiró la mano y rozó con la punta de los dedos la mejilla tibia del humano.
