18.- Penitencia

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Hwiyoung regresó a la consciencia de golpe, como si aún en ese estado que el día le inducía hubiera estado luchando para despertar

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Hwiyoung regresó a la consciencia de golpe, como si aún en ese estado que el día le inducía hubiera estado luchando para despertar.

Lo primero que notó fue el olor dulce que inundaba el lugar, lo cual indicaba que su Taeyang había vuelto a sangrar durante el día. Aunque aún seguía recostado en el mismo sillón, en efecto el mueble ya se encontraba húmedo de aquel líquido vital.

—¡Taeyang! —casi gritó mientras se acercaba a él.

Aún sentía el cuerpo agarrotado por el último ataque extraño que había sentido, pero de alguna forma sabía que aquella fuerza había querido proteger a Taeyang, lo cual agradecía en la misma medida que le intrigaba.

Parecía que en algún punto del día el pequeño humano se había despertado y había intentado levantarse, como si quisiera alcanzar a Hwiyoung pues tenía una mano estirada hacia él, pero aquel movimiento había vuelto a abrir la reciente herida. Su respiración se había vuelto superficial y apenas podía escuchar su corazón.

No sabía qué hacer, se levantó para caminar un poco alrededor, haciéndose el cabello hacia atrás con gesto frustrado, ¿dónde diablos estaba Rowoon? No debería ser tan difícil acabar con un humano en tan malas condiciones como en las que estaba Zuho, y no creía que el humano hubiera ganado pues ya se hubiera presentado para acabar con ellos dos, entonces, ¿por qué Rowoon no venía a ayudar a su pequeño amigo?

Desesperado, Hwiyoung dio un puntapié a una basura que ni siquiera identificó qué era pero que salió volando hasta estrellarse con la pared. De pronto lo sintió, una segunda presencia sobrenatural que se acercaba al edificio, era mucho más antiguo que Rowoon, aunque no parecía haber animadversión en ella y se acercaba directo al edificio.

Recordó la manera en que Rowoon había lanzado su presencia para advertirle, casi una amenaza de que si se acercaba más terminaría mal. Intentó imitar aquello para alejar a la criatura, pero solo recibió como respuesta una ligera risa, como si estuviera intentando contenerse. Sin hacer caso a su advertencia, la criatura siguió acercándose e incluso llego a entrar al edificio.

Hwiyoung se enderezó y se colocó frente a Taeyang justo en el momento en que la criatura apareció, abrió la puerta aunque permaneció de pie en el umbral. Parecía ser de su misma altura pero con unos músculos mucho más desarrollados, lo cual lo hacía amenazante aunque su postura no lo fuera.

Había portado un par de lentes con delgado armazón negro, sin embargo en cuanto llegó se los quitó y los colgó con pulcritud en su camisa. Hwiyoung no podía dejar de ver cómo sus músculos se contraían con cada movimiento.

—Buenas noches, tú debes ser YoungKyun, —dijo el recién llegado con voz calma.

—¿Quién eres tú? —preguntó envarado.

—Claro, lamento no presentarme primero, puedes llamarme Dawon.

Algo en la pose tranquila y la voz calmada del recién llegado llevaban a Hwiyoung a confiar, sin embargo no podía hacerlo cuando su Taeyang estaba en peligro; su mayor miedo era la clara antigüedad de la criatura frente, si él quisiera tomar a Taeyang no estaba seguro de poder defenderlo. Aunque no parecía que ese fuera su plan.

Venganza feérica (ZuRo / TaeHwi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora