5.- Castigo

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Zuho caminó tranquilamente de regreso hasta su escondite, por lo que ya la noche había caído cuando él llegó

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Zuho caminó tranquilamente de regreso hasta su escondite, por lo que ya la noche había caído cuando él llegó. Satisfecho, se quedó algunos instantes observando el contacto recién guardado en su celular, su plan había dado comienzo y todo parecía indicar que se completaría de manera exitosa.

Tal como esperaba, pasó poco menos de una hora antes de que Hwiyoung entrara al lugar.

—¿Qué pasó? ¿Pudiste verlo, hablar con él? ¿Qué te dijo? —preguntó la joven criatura, emocionado.

Zuho volteó hacia él con una ceja levantada, dejando su celular sobre la mesa.

—Antes que nada, buenas noches —dijo en tono severo.

Hwiyoung hizo un puchero con los labios antes de repetir el saludo con voz baja y enfurruñada.

—Bien, los modales son importantes. Ahora bien, sí, pude hablar con él.

Eso regresó el buen humor al menor, quien se apresuró a sentarse en la misma mesa con emoción.

—¿En serio? ¿Y qué pasó, qué te dijo?

—Pues, lo vi bailar, ganó el concurso de baile en el que estaba participando. Pero acabó un poco tarde así que solo pude abordarlo por algunos minutos, pero me dio su teléfono así que ahora puedo empezar con el plan.

—¡Qué bien! Entonces márcale, quiero oír su voz... —iba a tomar el teléfono pero Zuho lo quitó de su alcance—. ¿Qué haces? Llámale.

—No, ¿ya viste la hora que es? Es muy probable que ahora esté con Rowoon.

—Ese maldito... —masculló Hwiyoung sin poder contenerse.

—Si le hablo ahora, lo pondremos sobre aviso. No te preocupes, tengo ya todo planeado.

—¿Y qué vas a hacer?

—Primero me ganaré la confianza de ese niño, tardará un poco hasta que lo convenza de estar conmigo por la noche sin la compañía de su vampiro, entonces podremos atraparlo y dejar vulnerable a Rowoon a través de él.

—Pero, después de eso me lo darás a mi ¿verdad? Una vez que hagas lo que sea que quieres hacer con la criatura, a mí me dejarás a Taeyang.

—Que sí, —dijo Zuho con cierto fastidio.

—Hyung... tengo hambre, —se quejó el menor de pronto.

De nuevo Zuho chasqueó la lengua con un gesto entre el fastidio y el desprecio, ese había sido uno de los puntos de su plan. Hwiyoung aún no sabía controlarse debidamente al beber por lo que casi siempre terminaba matando a su presa. Si eso seguía ocurriendo Rowoon se daría cuenta de que había otro vampiro en su territorio y podría trastocar todo el plan.

Eso significaba que Hwiyoung obtuviera una mejor sangre para poder resistir varios días sin alimentarse y que no estuviera débil si llegaba a presentarse una confrontación.

Con cierto desdén se quitó la chamarra y arremangó la manga de su camisa.

—Solo un par de tragos, yo tampoco puedo quedar muy débil.

Hwiyoung asintió gustoso, relamiéndose un poco los labios mientras tomaba el blanco brazo de su acompañante. El mayor desvió la mirada justo en el momento en el que los colmillos rompían solo un poco su piel.

Aquel ardor, esa horrible sensación de succión que Zuho conocía demasiado bien y que le traía recuerdos nada gratos del pasado, todo eso hizo que su cuerpo se tensara.

La criatura se comportó de manera obediente, simplemente tomando tres sorbos de la nutritiva sangre del peliblanco antes de morder su propia lengua y hacer desaparecer las heridas.

—Ahj, puede que te parezcas a él, pero no sabes tan dulce como él huele, eres más bien amargo, —se quejó Hwiyoung.

—Pues si tanto te molesta, tu otra opción es morirte de hambre —dijo Zuho impasible, acomodando su ropa.

Lo último que quería era que aquella criatura descubriera la manera en que aquello le perturbaba, sabía que en caso de demostrar la menor debilidad él no dudaría en beber toda su sangre de la manera más dolorosa posible, así eran todos ellos.

—Mi otra opción es ir por mi deliciosa y dulce presa, y alimentarme de él.

—Claro, y morir luego a manos de su protector. —Zuho se levantó con un gasto algo brusco—. Como sea, me voy a dormir, no hagas ninguna tontería.

Hwiyoung se quedó algo confundido por la reacción tan adversa del peliblanco, sin embargo solo se encogió de hombros y salió del lugar. No tenía sentido preocuparse de más por él, era claro que no quería tener ninguna relación con Hwi más allá de este trabajo en conjunto, así que lo mejor era darle su espacio.

Zuho salió del sótano de su edificio y se dirigió con el mismo paso altivo hasta su departamento. Al ser hogares individuales no corría peligro al invitar al vampiro a la parte de abajo, pues aún así no podía ingresar a su hogar.

Se cambió rápidamente por algo de ropa más cómoda antes de acostarse en la cama. Aun con las luces apagadas y el lugar en silencio no podía conciliar el sueño, sabía que las pesadillas estarían esperando.

Así que en lugar de eso, se quedó recordando el baile que había visto aquella tarde, aquel chiquillo tenía un buen don no solo para el baile, sino para la seducción a través de éste, podía notar la manera en que sus movimientos le habían ganado la admiración de todos quienes lo veían.

Y el chico parecía saber bien lo que era, el poder que tenía y lo blandía a su favor. Le había parecido además que el collar que sujetó cuando lo asustó era de plata, así que sabía a los peligros que se enfrentaban; y a pesar de eso parecía ser sencillamente feliz ¿cómo era posible?

Suspiró y se arrebujó mejor entre sus cobijas. pensando en lo diferente que era su vida. Pero ahora estaba bastante cerca de cumplir su venganza, tal vez si lo lograba podría vivir de manera diferente, podría buscar su mejor felicidad, sin embargo no podía hacerlo hasta que aquel monstruo desapareciera.

Al final terminó por quedarse profundamente dormido.

Por su parte Hwiyoung había estado paseando por la ciudad, aunque a cada momento esta iba entrando en el sueño típico de los humanos, y conforme la actividad iba decayendo su aburrimiento crecía

Aún podía recordar bien esas noches de desenfreno que había vivido antes, junto a su creador y a Sunwoo, pero para entonces ya todo había acabado y solo le quedaba vagar solo por la ciudad.

Después de la medianoche fue que volvió al centro de su fijación, aún no sabía cómo ocultar su esencia correctamente, a pesar de lo cual se acercó con el mayor sigilo que pudo hasta la casa que compartían Taeyang y Rowoon para poder captar un poco de su olor y, quizá un vistazo de su presa.

Se acercó lo más que el valor le permitió, al parecer Rowoon no estaba en casa así que no hubo tanto problema cuando se acercó lo suficiente como para poder verlo dormir tranquilamente junto a la ventana.

Aquella imagen le llenó de una paz que tranquilizaba su corazón y mitigó un poco el anhelo que lo carcomía. Como en otras ocasiones que había estado ahí, pensó que una vez que pudiera tenerlo entre sus brazos, y que pudiera beber aquella sangre tan dulce como su olor, entonces por fin aquella melancolía desaparecería por completo.

Venganza feérica (ZuRo / TaeHwi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora