Llamada perdida

Parte 5

Como habían quedado, a la salida del trabajo fueron al apartamento de María. Entraron y como era de esperar el ordenador estaba apagado. Miguel se sentó en el sillón y lo encendió. Lo estuvo manejando un rato para comprobar si había algún mal funcionamiento. Todo estaba correcto. Lo apagó y lo desconectó. Se iba a llevar la torre nada más pero María insistió que también se llevara el monitor. Le daba pánico imaginar encontrarlo encendido. Eso sería para volverse loca del todo. Ayudó a Miguel a llevarlo hasta el coche y cargarlo en el maletero. 

Se despidieron con un largo abrazo. Miguel quería darle fuerza, tranquilidad, comprensión y cariño. Le parecía tan vulnerable.... Le dió unos consejos para que durmiera esa noche, y en caso de que ocurriera algo extraño, que no iba a pasar, lo llamara. El acudiría en ayuda de la dama en peligro montado en un corcel blanco y con su armadura reluciente para vencer al dragón. Se rieron de la ocurrencia, pero lo decía en serio. Si necesitaba ayuda, ahí estaría él para ayudarla. Y María lo sabía.             

De nuevo en el apartamento y viendo la mesa del ordenador vacía le dió tranquilidad. Se duchó, cenó y se tomó una infusión relajante. La ayudaría a conciliar el sueño. No le gustaba tomar pastillas ni nada que provocara sueño, pero en este caso era necesario. Se la tomó mientras veía un documental. A las once empezó a notar que se le cerraban los ojos. No esperaría más. Encendió la luz de la habitación, apagó la televisión, la luz del salón y se metió en la cama. La luz de la mesilla de noche la dejó encendida, se dormiría más tranquila. Poco a poco los ojos se le fueron cerrando y llevandola a un sueño tan profundo que no la despertó la sirena de una ambulancia ni la música a todo volumen de un coche.

El timbre del despertador la sobresaltó. Lo apagó y todavía se quedó un poco más en la cama, desperezandose. Había dormido del tirón. Se encontraba descansada y feliz. Cuando llegara al trabajo daría un gran abrazo a Miguel en gratitud por su ayuda.