012

304 27 17
                                    

« Tom »

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

« Tom »

Mi mente se ocupa todo el tiempo en el trabajo, el restaurante es una gran responsabilidad al cual cargo con mucho orgullo pero cuando despego mi mente de eso, volteo a mi realidad y veo que las cosas han cambiado. Mi vida está fuera de camino y no puedo controlarlo, no lo había visto de esa forma hasta ahora. Solo quiero volver a tener mi mente enfocada para cada aspecto. 

Los últimos días fueron distintos, mucho más trabajo de lo normal dentro de la administración. Además Zawe había tenido comportamientos extraños, por lo que me distraía. Agregando que Maddy y yo muy apenas hablamos, y me confundía. Es decir, cuando me acercaba a ella para decirle algo, ella respondía pero huía como si yo fuese un fantasma. Quizás no somos los del pasado que éramos más cercanos, pero habíamos establecido una amistosa conversación desde su regreso. Por nada del mundo quería incomodarla con mi presencia, porque seguro es eso. Cuando salía a verificar el restaurante, ella lucía tan resplandeciente con todos y me vuelve loco pensar que mi mente me jugaba ideas como creer que Maddy quería alejarse de mí.

En cuanto ella decidiera acercarse a mí por su voluntad, le hablaría con honestidad para preguntarle qué sucedía. Quería que ella estuviese lista en decirme, en dado caso de que hubiera un problema. Sin intención de tensionar nada, solo por la duda. Tampoco quería hostigarla y decirle directo, buscaba nada más una charla casual, capaz no era nada como yo pensaba. Pero eso no sucedió, volvió a irse con miedo cuando Zawe llegó a decirle que Richard vino por ella. Y fue cuando me di cuenta.

—Es el nuevo mesero, Zawe lo contrató, me parece...—murmuró, ella tenía el rostro confuso por mi reacción— ¿Lo sabías, no?

Fue lo último que me dijo antes de marcharse a continuar con su rutina. Salí de la cocina, viendo a cada uno hasta verlo a él. Freddie, el sobrino de Zawe, estaba ahí atendiendo gente y yo no estaba ni enterado. Supongo que es su primer día, pero nadie me comentó sobre esto.

—Zawe, ¿podemos hablar? —la vi sentada en el sofá de mi oficina.

—¿Qué pasa, cariño? —despegó su vista de su celular— Hey, ¿y esa cara confusa? —comenzó a reír con suavidad, se levantó de ahí solo para tomar mis mejillas.

—No, nada grave...—negué, acomodando mis gafas con mis dedos— ¿Por qué no me comentaste que tu sobrino estaría aquí?

—Oh, eso —acarició mi mejilla— Tienes muchos clientes y cada vez más, pensé que sería buena idea. Freddie es muy trabajador, pensé que no te importaría.

—Lo sé, es un gran chico pero me hubiera gustado saber desde el inicio y no por Maddy —dije y ella asintió para alejarse.

—Perdón, Tom. Fue decisión de último minuto, además...—abrió las persianas para verlos— Los clientes se ven felices, y es lo que importa ¿no? Todo va más rápido, los chicos trabajan muy bien en equipo. Sé que tú eres el de las decisiones, pero oye, benefició y además parece que se llevan muy bien. Freddie se ve muy cómodo, en especial con Maddy —me sonrió con docilidad.

El amor de un hombre | Tom HiddlestonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora