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« Tom »

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« Tom »

La situación se estaba yendo de las manos.

Todo esto me parece lioso. 

Cuando Zawe apareció en la cocina, justo en ese momento llegó Richard por su hija. Fue una situación que salvó el momento pero dejó a mi alma intranquila. Supe que había arruinado todo. El hecho de que mi novia estuviera ahí bajo el mismo techo junto al padre de Maddy; me hizo dar cuenta que hice cosas que no estaban moralmente bien. Para nada me gustaba ocultar cosas, un hombre que ocultaba revelaciones era algo que no estaba en mí. Siempre fui honesto con todo lo que he hecho, ahora ¿por qué ocultar?

Creo que sé la razón, es sencillo; besé a la hija de uno de mis amigos. A una chica que es joven. Y para mí, Maddy es una dulce chica al cual conozco de hace años. Es una amiga mía, la conozco desde que era una adolescente. Yo la aprecio mucho como persona, la quiero demasiado pero no entiendo por qué lo hice. 

Un escalofrío recorrió mi espalda al recordar el beso. Entiendo muy bien que el primero fue un error, un accidente por culpa de unos apresurados movimientos, un solo roce de labios. El segundo, fue porque quise. Básicamente esa es mi respuesta más lógica, aquel día me lo negué pero no puedo mentirme más. Besé a Maddy porque quise y lo anhelé en ese momento, ahora me siento terrible al pensarlo de esa forma.

Estacioné el auto frente a mi casa, la lluvia en Londres en este verano me hizo bloquear la mente en viejos recuerdos. Mi cabeza hizo memorias de momentos con Maddy, todos ellos fueron buenos que sí, fue verdad cuando le dije que extrañé su ausencia. Fueron largos años de no verla, quizás volvernos a ver hizo que todo dentro de mí se confundiera. Cuando Richard dijo que iban a volver a esta ciudad a vivir durante el verano, me alegré por ellos. Luego comentó brevemente que su hija buscaba empleo, que eso se iban a dedicar a buscar en su primer día en esta ciudad, entonces el foco en mi cabeza se prendió y le dije que ella podría trabajar en mi restaurante. Que yo podría darle un puesto. Quería ayudarle, esa era mi intención pero también quería verla. Sin embargo, me sorprendí cuando la vi ese día. 

Entramos a mi casa, dejando el paraguas en la entrada. 

—Tom —Zawe cerró la puerta de la entrada— ¿Podemos hablar?

—Claro que sí —dejé mi saco marrón sobre el sofá.

Ambos nos sentamos en el sillón para platicar del tema que no pudo ser tratado. Había decidido en decirle la verdad, confesarle lo que pasó ayer. No quiero mentirle a mi novia, no teníamos secretos entre nosotros. Quizás decirle que cometí un error no perjudicará nuestra sana relación.

—Supongo que ya sabes sobre qué —suspiró un poco nerviosa, luego me miró preocupada— ¿Está pasando algo? 

—Sí —tomé sus manos— Querida, pasó algo que fue inesperado. 

El amor de un hombre | Tom HiddlestonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora