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TN se encontraba llorando y destrozada, no quería salir de la cama.

¿Por qué no había venido a dormir? ¿Por qué se estaba comportando tan terco?

—Creo que tiene razón Hana, la culpa es mía.

Su amiga había llegado a su apartamento muy temprano para verla, aún era de noche. Quería saber como se encontraba, se estuvieron mensajeando toda la tarde.

La notaba nerviosa y triste. Últimamente no era ella, no reía ni tenía la misma energía que antes.

Su matrimonio hacía aguas y no sabía cómo ayudarla.

—Tal vez lo estoy presionando demasiado, ¿no crees? —seguía con su culpa—. Veo cosas dónde no las hay y estoy poniendo en peligro mi matrimonio, Hana no sé qué hacer.

Iba a caer enferma de nuevo si seguía aferrada a un Jungkook que no le daba ninguna salida.

—Tienes que calmarte, ¿quieres volver a caer enferma? No sé lo que está pasando pero él no se está actuando bien, tú necesitas ahora que esté a tu lado y sin embargo...¿No duerme aquí ésta noche? —a su amiga Hana no le gustaba que la estuviera dejando a un lado cuando se encontraba tan mal. No podía permanecer callada por más tiempo.

Si tenía que alejarse por su bien no sería ella quién no le hablase de esa opción. Haría todo lo necesario por verla feliz.

—Pero él también lo está pasando mal y yo sólo le hago reproches —no quería arrojar tan pronto la toalla.

Hana consiguió calmarla, le habló de como iba su trabajo en la clínica de animales domésticos que es donde pasaba sus mañanas y tardes, le preparó un té e hizo que comiera un poco. Para ella estaría siempre, no le importaba cuando ni como, la quería.

Se acostaron juntas, se durmieron entre charlas.

Cuando despertó, después de haber tenido una pesadilla, miró asustada al otro lado de la cama. Esperaba ver a Jungkook.

Pero cuando vio que la que estaba era Hana, la realidad la golpeó.

Entendió la causa de su mal, era la primera noche que su marido había dormido fuera porque estaba enfadado.

Cuando lo hizo por negocios al igual que ella era de entender. Sus trabajos lo exigían, pero ahora no era lo mismo.

Nunca vivieron una situación como esta, y se sentía de lo peor.

Se bajó de la cama despacio para no despertar a su amiga que se había quedado dormida. Buscó su teléfono y  se fue a la terraza para que no pudieran escucharla. Cerró la cristalera tras de sí y echó las cortinas.

Las manos le temblaban, sentía la boca seca y no sabía como empezar la conversación con el que se había cerrado completamente para ella.

Miró a lo lejos y aún estaban las luces de la ciudad encendidas, pronto iba a amanecer.

Marcó con miedo. Su llamada fue atendida al instante, tuvo una ráfaga de esperanza porque al menos no la había hecho esperar.

—Buenos días cariño —le dijo con voz baja.

—Buenos días también para tí —su voz áspera por ser tan temprano la excitó. Lo deseaba tanto.

—¿Has dormido bien?

—No he conseguido pegar ojo, he tenido una noche más larga de lo que deseaba.

—¿Vas a volver a casa?

—Pasaré más tarde por unas cosas que me hacen falta, después me vuelvo al trabajo. Tengo asuntos importantes que resolver y que no puedo dejar pasar.

Esposo Insensible ( JK & TN )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora