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TN

Estoy en California. He volado hasta un país al que nunca había venido antes, y no voy a mentir si digo que estoy bastante ilusionada.

—Él es Edward  —me dice EunWoo cuando estamos delante de un hombre de cuarenta años, su pelo rizado y rubio le cae en la frente y sus ojos son azules— el amigo doctor del que te hablé...y ella es TN, la persona que te dije que te traería para que le realizarás esos exámenes.

—Gracias por recibirme —le estreché la mano que ya me había ofrecido—. Estoy encantada de conocerlo.

—No me digas de usted por favor —dijo con amabilidad— puedes llamarme Edward sin problema. Eunwoo me ha hablado mucho de tí y espero hacer todo mi mejor esfuerzo para que tu sueño se haga realidad.

Sentí la euforia recorrer mi cuerpo. Sabía que debía parar la sensación de anhelo por conseguir ser madre, pero no podía. Era mi última oportunidad y me agarraría a ella como a un salvavidas, aunque después me ahogara y quedase destruida de nuevo.

Había que ser valiente.

—Gracias por recibirme —se las di acompañada de una sonrisa sincera.

—No me las des a mí, todo ha sido por él —señaló a EunWoo— que ha sido muy insistente  —sonrió—. Mañana empezaremos con las pruebas, ahora descansa porque será un día muy duro.

Lo sabía, ya estuve inmersa en ello. Mi cuerpo quedaría dolorido. Iban a entrar en mi interior y extraer de mis entrañas mucha información de forma dolorosa.

Eunwoo me acompañó al hotel cuando terminamos la visita con el doctor Edward, habíamos alquilado una habitación para cada uno.

Paramos en el pasillo antes de entrar.

—Descansa —me habló con cariño—. Verás como todo sale bien —asentí temerosa pero no lo demostré. Una sensación melancólica me traspasó el pecho.

Él me dió una de sus mejores sonrisas y salió camino de su habitación.

Entré en la mía y fui directamente a la cama. Literalmente corrí hacia ella y me eché encima. No quería moverme, solo miraba al techo aguantando el dolor de mi garganta. Tenía la amarga sensación de que la vida estaba siendo muy dura conmigo.

Recordé las veces que quise ser madre junto a Jungkook. Recuerdos bellos que con el tiempo dolían y se incrustaban como dagas punzantes en el corazón.

Ahora lo estaba intentando sola. Ya no estaba él a mi lado como en todas esas ocasiones.

Si me dijeran que mi vientre podría funcionar con ayuda de alguna técnica innovadora, y que un niño podría ser engendrado dentro de mí, si todo eso pasase, ¿quién se suponía que iba a ser el padre?

Todo era tan antinatural, no tenía hombre a mi lado para depositarme su semilla, tendría que optar por el banco de esperma.

Era una locura. Yo amaba a uno que no merecía tener el privilegio de estar dentro de todo este anhelo mío de que un niño viniese al mundo.

Respiré unas cuantas veces, debía parar mi llanto. Pero ésta vez, sin poder pararlo, se me contrajo el pecho y  lloré con sollozos entrecortados.

De pronto sonaron unos golpes en la puerta. Me incorporé con la sensación de estar haciendo algo malo. Me quedé un momento quieta mirando la madera que daba al exterior.

Escuché de nuevo los golpes, decidí salir de la cama. Me limpié las lágrimas con la manga de mi camisa, y fui a ver quién era. Tal vez EunWoo se le olvidó decirme algo importante.

Esposo Insensible ( JK & TN )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora