Capítulo 17

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Una vez se aseguraron que la presidente y Joaquín habían salido de la sala de control, Paz salió del closet sollozando.

— ¿Estas bien? —dijo Wang abrazándola.

— ¿Por qué lo hiciste? —dijo golpeándolo en el hombro.

— ¿Qué esperabas que hiciera? La presidente me dio una orden —Paz se limitó a llorar en su hombro— Tal vez no eran ellos, tal vez eran otras personas.

Mientras Paz lloraba Wang tuvo el gesto de acariciar la cabeza de la chica. Paz se separo rápido mirando a Wang incomoda.

— ¿Qué sucede? —le pregunto el chico sorprendido.

— Lo siento, es la costumbre, no es común que seas... cariñoso.

— Entiendo —dijo el chico después reír.

Paz se quedo mirando las pantallas para desviar la mirada de Wang, vio los pedazos de auto arder en fuego en toda la entrada, y luego vio que las puertas se abrían.

— ¿Qué van hacer? —le preguntó a Wang.

— Seguramente el equipo de reconocimiento ira a ver que encuentra.

Paz vio algo extraño y se acercó más a la pantalla.

— ¿Qué es eso? —dijo al ver unas sombras negras.

Wang se acercó para ver mejor.

Los soldados salían a observar y registrar el auto, mientras unas personas todas cubiertas se escabullían hacia adentro.

— ¡Son ellos! —exclamó Paz.

Los siguió hasta la siguiente pantalla, donde se veían como entraban al cuartel, como era de esperarse los soldados los vieron y comenzaron a atacarlos.

Los infiltrados sacaron sus armas que los favorecieron en la pelea. Ni Paz ni Wang habían visto alguna vez esas armas, pero hacían volar a los soldados bien lejos de ellos.

Tomaron un camión de la cúpula y se adentraron en la ciudad con prisa.

— ¡Debo ir a buscarlos! —dijo Paz corriendo fuera de la sala.

— Espera —la sujeto Wang de la muñeca— ¿A dónde crees que vas?

— A buscarlos.

— ¿Y donde es exactamente eso? No tienes idea hacia donde van —la chica guardo silencio—. Si vinieron por ti ellos te buscaran aquí, así que lo mejor que puedes hacer es quedarte en las industrias.

— Tienes razón.

— Siempre.

Paz pensó si los chicos habrían venido solo por ella, pero si se habían arriesgado a tanto, tenia que valer la pena.

Sin pensarlo mucho salió corriendo de la sala de control.

— ¿Ahora a dónde vas? —preguntó Wang corriendo tras de ella.

— Si lo chicos vinieron por mi no me iré de aquí sin a haber hecho algo útil.

— ¿Y qué harás?

— Lanzar la capa de ozono.

— ¿La que?

— Tu solo sígueme, no sabes de lo que te estoy hablando porque no tienes autorización para saberlo.

— Oh, disculpa —dijo Wang poniendo los ojos en blanco.

— Espera —dijo Paz deteniéndose de repente—, primero debo ver a Ben.

Nueva era (En proceso de edición)Where stories live. Discover now