Capítulo 18

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— Diles que se detengan —pidió Paz.

— Ellos también están atacando, no puedo decirles que no se defien... ¡Ey!.

Paz comenzó a correr con todas sus fuerzas hacia el piso superior, no espero el ascensor y corrió por las escaleras llena de adrenalina, ni siquiera se sentía cansada, siguió corriendo hasta llegar a planta baja. En toda la entrada Drake, Max, William y Lucas intentaban entrar disparando ondas que hacían volar a los soldados, pero eran muchos, y los tenían acorralados.

— ¡Alto! —les grito Paz— ¡Chicos paren!

Drake se detuvo al mirar a Paz detrás de los soldados, en su desconcentración un soldado logro dispararle.

— ¡Drake! —gritó Paz corriendo hacia él.

Sin importarle la disputa que había, paso por entre los guardias y llego hasta Drake que estaba arrodillado en el piso.

El comandante de los guardias ordeno detenerse inmediatamente cuando vio que la chica estaba en la zona roja, no por ella, si no por lo que podría hacerles la presidente si la llegaban a matar.

Los estruendos cesaron y Paz pudo concentrarse en Drake, la bala había lastimado una pierna, nada grave por fortuna.

La chica corto un trozo de tela de franela y la amarro en la pierna del chico.

— No te preocupes —dijo mientras le apretaba la herida y Drake soltaba un quejido de dolor—, estarás bien.

Sin importarle mucho su propio estado, Drake tomo el rostro de Paz y la miro por todas partes.

— ¿Tu estas bien? ¿Te hicieron algo?

— Estoy bien, Drake —dijo Paz tomando sus manos— ¿Están todos bien? —preguntó a los demás que seguían en guardia.

— Lo estamos —se acercó Lucas.

— ¿Qué le paso a los demás? —preguntó asustada.

— Los demás están en la montaña, solo vinimos nosotros, no te preocupes.

Paz los miro con los ojos llorosos y una débil sonrisa.

— No puedo creer que de verdad vinieran, están dementes.

— No te íbamos a dejar sola con estos psicópatas —dijo Drake limpiando una lagrima que bajaba por la mejilla de Paz.

La presidente apareció entre los guardias con paso apurado y decidido.

— Si el reencuentro termino —dijo algo molesta—, tenemos cosas que hacer, señorita Mayce.

— Mi amigo esta herido, déjeme ayudarlo.

— Cualquier doctor de este maldito lugar puede atenderlo, pero usted me acompañara inmediatamente, ya he perdido mucho tiempo por sus jueguitos.

Drake se paró apoyándose en una sola pierna colocándose delante de Paz, interponiéndose entre ella y los demás.

— Ella no ira a ningún lado con usted —dijo desafiándola.

— Drake no —dijo Paz tomándolo del brazo —, esta bien, tenemos un trato.

— ¿Un trato? —la miro atónito.

— Confía en mí.

— Yo puedo encargarme de Drake —dijo Joaquín apareciendo entre las personas junto a Wang—, tal vez así te sientas más en confianza.

— ¡Joaquín! —lo saludo Lucas sonriente.

— Gusto en verte de nuevo, Lucas, y a todos —dijo con nostalgia—. Si le parece señora presidente, yo me encargare de los apatriados, mientras Paz trabaja en la formula.

Nueva era (En proceso de edición)Where stories live. Discover now