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El no aparta su mirada en mí y por alguna razón sentí una pequeña corriente eléctrica en mi cuerpo. Solo sonreí sin pensarlo y el sonrió coqueto.

No pasó mucho tiempo cuando terminamos de comer y ahora los dos salimos del restaurante, estaba por hablar pero el me detuvo.

Jungkook.- Sonará atrevido pero me gustaría saber si te gustaría tomar algo - me dijo - Claro que si no tienes cosas que hacer o te incómoda

No me incómoda - dije tranquila - Después de todo ahora eres mi nuevo jefe

Jungkook.- Bien entonces caminemos - me extendió su brazo

Lo miré unos segundos y puse mi mano en su brazo y comenzamos a caminar; es diferente, no lo conozco pero su vibra es diferente a las demás personas que conozco incluso a Jimin.

¿Por qué estoy pensando en ese idiota? Sacudí levemente mi cabeza y continúe con mi vista por el caminó; como el me dijo esa vez, solo tenemos sexo y nada de sentimientos.

Tan solo recordar lo de hace rato me molesta, si tanto quería llamarme lo hubiera hecho después de haberse follado a esa chica.

Jungkook.- ¿Hay algo que te moleste? - me preguntó mientras me mirá de reojo

Me asuste un poco y lo miré mientras el camina tranquilo.

Para nada - mentí y solo sonreí

Jungkook.- Haré que te creeré en esta ocasión - me guiñó y continuamos caminando

Solo lo miré pero no dije nada, unos cuántos pasos más y llegamos a una cafetería en el centro de la cuidad, es conocida por sus exquisitos y deliciosos pasteles de chocolate y de pays. Ambos nos adentramos y tomamos asiento en una mesa que está a vista de la ventana.

Aquí tienen unos deliciosos pasteles de chocolates - dije tranquila

Jungkook.- ¿Cuál es la especialidad de aquí? - me preguntó sonriendo

El de tres chocolates - dije sonriendo

Una persona se acercó a nosotros y nos entregó la carta y sacó de su bolsillo una pequeña libreta; comencé a leer el menú y hay tantas cosas deliciosas y me decidí por una malteada de vainilla con na rebanada de pastel de Red Velvet.

Jungkook.- Quiero un café y un pastel de tres chocolates - le sonrió a la persona

Terminó de anotar y nos retiró las cartas, pero mi vista se posó en el lugar pero abrí más mis ojos cuando ví a Jimin entrar con una chica de cabello castaño.

Apreté un poco mis puños al verlos tan cerca del uno del otro pero no dije nada; ambos se acercaron a una pequeña barra que hay en el lugar y ambos tomaron asiento.

Aquella castaña, acariciaba su cabello mientras el la tomaba de la cintura con una sola mano.

El no notó de mi presencia y cuando menos lo espere ambos se estaban besando.

Qué comience el juego Park.





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