Sonrisa de Ángel |2Hwang| Hyunjin y Yeji

01: Comienzo

—Entonces...¿es nueva? ¿No viene de una familia rica? Creo haberla visto en algunos periódicos.

—Corre el rumor de que la empresa de su padre está en quiebra, ahora solo es un simple comerciante junto a su madre. Debió ser duro para ella, una niña riquilla en una escuela común y corriente. —bufó Changbin, el mejor amigo de Hyunjin. — Lloren riquillos.

—Se ve distinta... Y creo haberla visto en otro lado. ¿No te parece? ¡Haz memoria hermano! Su cara es dulce ...

— Lo único que yo veo es mucha tarea que tenemos que entregar en una hora hasta que el maestro llegue. Así que deberías empezar ahora.

Seo se rinde ante la insistencia de su amigo e ignora lo dicho resolviendo los ejercicios de cálculo. Alguien tiene que continuar con el título de primer puesto en matemáticas.

— Debo averiguarlo, no puedo quedarme con la duda.

—Para mi que ella te gusta y usas eso como excusa. —Lo miró dubitativo con los ojos saltones para lanzarle una burla con una carcajada ahogada.

—Que empatice con ella no significa que me guste, tonto. —Le golpeó el hombro para que se callara de una vez, Changbin empezaba hablar fuerte llamando la atención. —Perdió amigos en su anterior escuela, debe estar sola. Es difícil empezar de nuevo.

— Yo solo digo...— dijo no muy convencido por su respuesta. — Ahora empieza con los ejercicios. Yo hago desde la página doce hasta la quince, tu continúa con el resto tontito.

La inquietud por la chica nueva llamaba la atención de Hwang y más al saber que se apellidaba igual que él. Durante toda la hora su mente no podía resolver algún ejercicio por mirar lo dulce de su rostro y esa sonrisa que le gustaba ver desde su sitio.

(...)

—¿Que tal la escuela? —Preguntó Bae, la madre de ambas chicas.

—Horrible, los espacios son muy reducidos y los maestros son deficientes. —dice Lia, la hermana menor, quién es la preferida por esa razón. Tira su mochila hacía algún lado de la sala para saludar a su madre, que se encontraba lavando unos vegetales, acostumbrándose a la vida de ama de casa.

—No fue tan malo, mis compañeros fueron amables y los profesores me recibieron bien.

Respondió la mayor.

—Cariño, siempre tan conformista. —Le dijo su madre a Yeji . —Acepta que la escuela es un asco al igual que tú hermana. Ten criterio y realiza un análisis a nuestra situación. Es terrible.

—Mamá, a mí me gusta, no tengo por qué exigir algo que está fuera de nuestro alcance, estamos bien económicamente. Al menos no nos quitaron la casa.

—¡Necesito tu entusiasmo, hermanita! —abrazó Lia a su hermana mayor. —Eres tan positiva, siempre viendo el lado bueno en una situación desastrosa. Es difícil para nosotras, mamá y yo no nos acostumbramos a una vida distinta a la que teníamos.

—Buscaré un trabajo a tiempo parcial. —se atrevió a decir.—algunos de mis compañeros trabajan después de la escuela, pediré un poco de ayuda. Tener un ingreso me vendría bien.

—Haz lo que quieras, Yeji. Últimamente me importa poco las decisiones que tomes.

—¡Mamá! ¡¿Qué te sucede?! No seas así con Yeji. —se metió Lia, su madre no era así y esperaba que no lo dijera en serio.

—No lo quise decir, es producto del estrés, lo lamento. —Sin embargo no se notaba arrepentida. Yeji estaba acostumbrada, una vez más, dolía menos. Sonrió forzosamente por su hermana menor y correspondió a su cálido abrazo.