Sonrisa de Ángel |2Hwang| Hyunjin y Yeji

20: Encuentro inesperado

— Lia, ¿dónde estás? Sabes que perder mi día libre por venir a recogerte es triste.—le llamó al no encontrarla por ninguna parte.

— estoy con un amigo ... no sabía que vendrías. —dice nerviosa a través del teléfono.

— ¡Oh Liaaa!

—¡Lo siento! ¡Lo siento! Olvidé avisar.

— Está bien, pasaré por la biblioteca y pediré un café helado. Nos vemos en casa. Y dile a Minho que sea amable contigo. —su pequeña hermana había sido atrapada.

— Qué ¡No estoy con-! — se atrevió a negarlo.

— no sean tan revoltosos...—con una sonrisa cortó la llamada, no quería avergonzar a su hermanita más de lo que ya se notaba.

Hwang Yeji suspiró en cansancio y dió la vuelta para regresar a casa, tanto recorrido bajo el sol había sido en vano. Respiro profundo y continúo caminando hasta llegar a un café cerca de la escuela. Observó a estudiantes salir de la puerta, probablemente son los que formaban parte de los talleres en ese horario de tarde.

— Un iced americano, por favor. —ordenó para después pagar y esperar en una de las mesitas.

Lo que faltaba.

-—¡Hey! Hola. —por su tono de voz fue fácil descifrar quien era.

— ¿Soobin...? Tú ¿Qué haces aquí?

— Por cierto, también es un gusto verte. —él nombrado dijo dolido sentándose al frente suyo.

— ¿qué pasa conmigo? —se regañó.—perdón, que irrespetuosa. Hola SooBin.

—¿No crees que es el destino? Seguimos encontrándonos, tal vez estemos destinados a estar juntos. —habló normalmente con una pizca de broma. Sinceramente SooBin no quería internar nada con Yeji que no fuera un vínculo de amistad, lo suyo con ella termino hace mucho.

— ¿Y el bonito de tu novio no vino? —bromeó.

— él y yo terminamos. —yeji estaba pensando seriamente en olvidarse del café y salir de ahí pronto.

— No debieron haber durado mucho, ¿cierto? —al ver qué Yeji no respondió se dió cuenta de su comentario.

—Oh, lo siento... no quería ser grosero. Si no deseas hablar de ello está bien-

— su café señorita. —uno de los empleados se acercó hasta ellos y dejó el café en la mesa.

— creo que ya debo irme. Tomaré el café de camino a casa. Nos-

A punto de despedirse.

— no te vayas tan rápido por favor.— sonó desesperado.— Podemos hacer algo antes, ¿Estás libre ahora?

— no pienso que sea buena idea.

— te invito a cenar. —soobin revisó su reloj de su muñeca calculando cuánto demorarían aproximadamente. —debemos ir rápido si queremos llegar.

—¿... qué?

Soobin no respondió nada a excepción de una risita divertida que no le confirmaba nada. Le siguió hasta las afueras esperando que le responda algo.

— ¿trajiste tu auto de nuevo? Es realmente precioso.

— ¿Tienes licencia? Puedes conducirlo si deseas.

— Quisiera. —las comisuras de sus labios formaron una mueca triste, sus labios curvando hacia abajo. — no he tenido tiempo de matricularme a una agencia.

— Sigues siendo así de linda. —dice Soobin viendo sus labios y la expresión en su cara. —Un día de estos puedo enseñarte a conducir.

—No puedo aceptarlo. No se vería bien. Nuestras familias no deben llevarse por lo sucedido.