Scott:
Mordía mi lápiz nervioso...
Solo quería que el timbre sonara. No aguanté. Me levanté en contra de todo lo que el profesor dijera. Mi padre ya venía en camino a recogerme, le colgué la llamada cuando escuché otra conversación.
—Es una emergencia— era Mike. —, por favor pá... Okey.
Me giré a ver cómo los chicos venían, Mike guardaba su teléfono.
—Nos van a matar por faltar, ¿saben?— les dije de brazos cruzados.
—¿Y?— Mike me miró con una sonrisa. —. Fritzzy y tú no van a quedarse solos.
—¿Y María?
—Nos pasará los apuntes luego— respondió Jeremy. —. Ella nos animó a ir detrás de ti.
—¿Vinny?— él me regaló una sonrisita mientras se acercaba a mí.
—Esperemos fuera, tu padre no debe tardar— me abrazó con fuerza, yo no me resistí a rodear su cuello con mis brazos.
Pude escuchar como Mike y Jeremy murmuraban algo.
—Anoche debió ser muy buena noche.— dijo Mike.
—Y muy buena...— siguió Jeremy.
Me sonrojé, los miré molesto aún sin dejar de abrazar a Vincent.
—Cierren el hocico— les saqué el dedo medio. Mi teléfono volvió a repicar. —¿Padre?— contesté y dejé de abrazar a Vincent. —. Mi padre ya vino, andando.
Una vez en camino, yo me venía mordiendo una uña, mirando por la ventana. Suspiraba nervioso. Íbamos tan rápido como se podía, pero los semáforos estaban en nuestra contra. Llegamos a un pequeño embotellamiento. Me tapé los ojos con una mano, cuando sentí a Vincent tocarme un hombro, escondido de mi padre. Yo sin haber caído, me descubrí el rostro y tomando su mano, apoyé mi mejilla. Vincent me pellizcó el hombro.
Me quejé y ahí reaccioné. Miré por el retrovisor como Mike y Jeremy nos miraban raro. Levanté las cejas nervioso y volteé a ver a mí papá, me miraba con una sonrisa plena.
—¡Cállate Harold!— lo señalé.
Proseguimos nuestra ruta.
Volví a morderme la uña del pulgar. Una vez nos detuvimos en la entrada a emergencias, tiré mi bolso al cojín de atrás, encima de mis amigos. Apurado salí del auto.
Apenas entré me quedé en mi lugar dado vueltas, tratando de recordar que camino iba a UCI. Había líneas de colores en el suelo y cada una significaba algo. Hasta qué recordé del bendito color. Salí disparado en esa dirección. El suelo resbaloso no era de mucha ayuda, había veces en las que ni me sentía mover, otras veces en que mi propio peso me jugaba bromas al mandarme deslizando hacía alguna pared. Tomé el ascensor de planta baja y presioné el botón de tercer piso, una mano impidió que las puertas se cerraran. Papá entró junto con mis amigos. Yo me quedé con una mano en el pecho, mirando como el indicador de pisos de poco iba llegando a nuestro destino.
Salí sin saber dónde ir.
—Derecha e izquierda en el segundo pasillo, la segunda habitación.— indicó papá.
Seguimos las indicaciones, en la última vez que cruzamos por nuestro impulso nos fuimos deslizando hasta una pared. Evité el golpe usando mis manos como apoyo.
Me alejé de los demás, avancé al pasillo. Mi mamá estaba allí cruzando palabras con Beck, quién estaba sentado, con los codos apoyados en sus rodillas y las manos y la cabeza colgando. Del lado contrario, junto a la puerta, estaba Fritz. Abrazando sus piernas, con la cara escondida en sus rodillas. Podía oír sus sollozos. Había pasado lo que imaginaba.
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NADA SERÁ IGUAL / FNAF AU (VinScott-FritScott)
RandomLa juventud es un época memorable en la vida de muchas personas, es donde se vive el primer amor y el desamor, entre mil otras circunstancias. Esta historia no es la excepción. Acompañemos a nuestros conocidos guardias de Fnaf en una aventura del ti...