Scott:

Mis padres me encontraron desmayado en el suelo de mi habitación.

Según sé, tuvieron que romper mi puerta ya que yo no respondía. Eran las 2am cuando me sacaron en una ambulancia de la casa. Tardé más de 20 horas en reaccionar. Recibía suero con una intravenosa, mi habitación estaba con la luz apagada. Me dolía la cabeza.

Resulta que tenía una deficiencia de hierro en el cuerpo, mi cuerpo no estaba produciendo glóbulos rojos sanos y mi organismo se estaba dañando en silencio. Apenas estaba viendo los síntomas. Supongo que con el estrés de lo que pasaba en mi triángulo amoroso, yo no había notado nada de lo que mi cuerpo quería decir.

Me dieron el alta al día siguiente, me compraron suplementos de hierro y otras cosas. Tenía una suspensión por lo que quedaba de semana en la escuela. Fue lo único que agradecí.

Los días se fueron, ir a la escuela me ponía triste. Me sentaba del lado opuesto donde solía ser, desde allí miraba a los que solían ser mis amigos. Riendo y conversando. Perdí la concentración en clases. Bajé un poco mi rendimiento, pero es que estaba tan mal... No me sacaba de la cabeza ver a Vincent llorando y a Fritz molesto por mi culpa. Incluso dejé de tomar mi almuerzo en la cafetería. Me iba al último salón del último piso, o me quedaba en nuestra aula de clases. Mataba el tiempo viendo el teléfono, oyendo música y llorando ocasionalmente. Ansiaba llegar a mi casa para ponerme la misma pijama y seguir llorando con la chaqueta y la camiseta contra mi pecho.

Fueron dos semanas largas e intensas de regaños en casa por mis notas, secarme de lágrimas, luchar por mejorar mi salud, entre otras cosas. En medio de una clase tuve una pequeña crisis, todos me miraban llorar y temblar. Ese día recuerdo qué el profesor de turno me llevó a la oficina del psicólogo escolar.

No sabía que ya solo estaba a un paso de cambiar todo. Solo necesitaba un empujón.

...

Otra semana se fue. Ya era un mes desde lo que pasó en casa de Fritz.

Estaba llorando, con la luz apagada en mi habitación. Abrazando nuevamente esa chaqueta y esa camiseta negra. Mirando desde allí a la ventana, la música en mis audífonos estaba muy fuerte. Me estaba muriendo por dentro. No me podía levantar de la cama. Extrañaba a mi mejor amigo y a mi querido chico.

No resistí y empecé a revisar instagram. Veía que habían publicado algunas cosas Mike y Jeremy, con muchísima discreción hablando de su relación con mensajes clave que yo entendí. María subió un par de fotos en la semana sobre un vestido que había confeccionado. Vincent apenas publicó ese día una foto con Fritz, estaban vestidos como para salir esa noche. Los dos recostados al Camaro, cruzados de brazos y mirando a la derecha. Entré al instagram de Fritz. Estaba la misma foto con Vincent. Me dio por refrescar su página y me apareció una foto de él y María frente a un espejo de cuerpo completo. Ella lo abrazaba por la espalda. Fritz tenía esa sonrisa pícara. Volví a la otra foto. No me había fijado de la descripción de la foto.

orange-red-boy La vida nos hizo amigos y el destino socios. 😎

Me sonrojé. ¿Era una indirecta?... ¿Acaso sabía que yo iba estar viendo esto?...

La pantalla se me trabó, como un desquiciado empecé a mover el dedo por encima. Hasta que se arregló. Le di like a tres fotos de Fritz. Me senté nervioso en la cama y tiré el teléfono al piso.

—¡Me cago en ti, Samsung!— grité.

Mi madre entró y encendió la luz. Yo me arropé y me hice bolita en la cama.

—Cielo, es hora de cenar— se calló un momento. —... ¿Qué hace tu teléfono en el piso?

—Má, no quiero comer.

NADA SERÁ IGUAL / FNAF AU (VinScott-FritScott)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora