Los personajes de Tokyo Revengers no me pertenecen, le pertenecen a su respectivo autor, Wakui Ken.
Algo diferente y será el único femreader que me verán escribir
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Kevin Kaarl - Colapso. Seguimiento del OS anterior de Ran.🔞¿Más +18?🔞
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Hoy creí que ya volvió Que todo iba ya mejor Pero fue un sueño nada más Y yo ya pido una señal Dios, dame fuerza, que ya me voy a rendir
~Lo siento era sobre mi trabajo, debo de volver, me disculpo nuevamente.— Iba a tomar sus cosas pero Ran se levantó y se las dió.— ¿Dijiste Mitsuya Takashi?, Ahora que lo recuerdo creo que lo conocí.— Rindo de verdad quería golpear a Ran en esos momentos, se suponía que la fémina no sabía sobre su vida de pandilleros y ahora eran mafiosos.
~¿Ah de verdad?, Bueno me gustaría platicar más con ustedes pero vendrá por mi, mañana tenemos una pasarela y hay que arreglar algunas cosas.— Rindo se levantó, los dos chicos la acompañaron fuera del establecimiento cuando vieron un auto ponerse frente a ellos, un hombre se bajó para abrirle la puerta.
~Takashi, ellos son Rindo y Ran.- La fémina sabía de las pandillas que hubo hace años pero no sabía que esos tres se conocían.— Ah sí ya nos conocemos, es un gusto, vámonos princesa debemos de terminar esos detalles.— Cuando los hermanos escucharon que la llamo princesa no podían creerlo, la fémina sonrió y les dió un beso en la cachete a cada uno.
~Nos vemos luego, vámonos Takashi.— Se subieron al auto despidiéndose así de los Haitani.— ¿Están saliendo?.— Rindo ni siquiera sabía que responder ya que Sumi no me había comentado nada sobre eso.— No lo se, espera me mandó un mensaje, dice que estará en su casa a media noche por si queremos ir.— Ran sabía lo que haría esa noche.
~Dame su dirección, espera no dijo que vivía en Yokohama.— Rindo de verdad pensaba que era un idiota.— Heredó la casa de sus padres, ya sabes dónde es.—
Dios, dame fuerza, que siento que yo ya perdí Y no, no, no, no No sé pa' donde voy
Era medianoche pero antes de que cerraran todas las tiendas paso a comprar unas flores y algo de comida, parecía un completo adolescente cuando se paro enfrente de la puerta de aquella casa, dónde la vio por última vez. La luz del cuarto de la fémina se encontraba prendido, aventó un par de piedras.
