Capítulo 2: Atlanta, Georgia.

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«A la mañana siguiente»

Mientras me estaba despertando, escuché a mi hermana Lucy gritarme.

 –¡Sophia! ¡Despiértate! –decía una y otra vez la pequeña niña.

 –Sí, ¡ya te escuché! Ya me levanté... –dije tirándola a la cama para llenarla de besos, abrazos y cosquillas.

 –¡Chicos! Ya es hora... –exclamó papá.

   Todos salimos de la casa y nos subimos al auto, primero teníamos que pasar a la escuela a la que los tres asistíamos para "despedirnos" de nuestros "amigos".

  Nos bajamos del auto y mis hermanos y yo fuimos a nuestros antiguos salones de clase mientras mamá terminaba de recoger unos papeles.

  Me dirigí directamente a mi antiguo salón, que de ahora en adelante ya no sería mío, y toqué lentamente la puerta; pronto mi maestra Laura abrió y con una sonrisa me dejó entrar.

–Hola Sophia, llegas un poco tarde –saludó mi maestra.

 –En realidad, vengo a despedirme... Es que a mi papá le dieron trabajo en Estados Unidos, así que hoy nos vamos... –dije triste.

  –Ay Sophia, mi alumna estrella, te extrañaremos… –respondió abrazándome.

Me quedé parada incómodamente en medio del salón, porque pensé que probablemente al menos una persona se iba a despedir de mi. Y afortunadamente, sí, tan sólo un chico llamado Colin se levantó triste a despedirse. Justo cuando Colin llegó a donde yo estaba parada, éste se abalanzó a abrazarme, y todos inmediatamente comenzaron a hacer el típico ¡eeeaaaa! porque todos sabían que desde siempre le he gustado a él.

Después de la incómoda escena, me senté afuera de el salón de mi hermano.

"–Oh Dios, ya lleva 2 horas ahí dentro– pensé." Bryan sí que tenía un montón de amigos. Era de los típicos chicos populares y guapos que tienen como a veinte niñas enamoradas.

Finalmente cuando salió, traía de la mano a su novia Karen, con quien comenzó a besuquearse y abrazarse. La chica estaba llorando incontrolada y él sólo la consolaba.

Después de unos minutos que parecieron horas, ambos se separaron y pudimos continuar con nuestro viaje hacia Atlanta.

 Después de como 10 horas, finalmente llegamos a nuestro nuevo hogar, y en el aeropuerto, nos encontramos a nuestros abuelos que fueron para recibirnos felices. "Familia Jackson" decían los carteles que traían.

Mi madre rápidamente corrió a abrazarlos a todos saludándose, y nosotros hicimos lo mismo.

 Al salir de ahí, nos dirigimos a la que seria nuestra nueva casa. Entramos a un vecindario realmente hermoso, lleno de árboles, parques, casas increíbles, todo era fabuloso. De pronto paramos en una hermosa y gran casa sacándome de mis pensamientos. Bajamos del auto y mis padres abrazados dijeron "es ésta, nuestro nuevo hogar". Mis abuelos se despidieron y se retiraron dejándonos dentro de ahí para que nos instaláramos.

–Chicos, cada quien baje su maleta.

 Me bajé del auto y con todas mis cosas, me metí a la casa. Era enorme, 4 recámaras, 3 baños, una cocina gigante, una sala con una televisión súper moderna. Era perfecta.

Subí hasta el segundo piso en la que se encontraban todas las recámaras y me metí a la que sería la mía. Dejé mis maletas en el suelo e inmediatamente me tiré a la cama, y sin darme cuenta, caí en un corto sueño.

Just his shadow «Chandler Riggs» -AlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora