Serie de One Shots Free! Personaje x Lectora.

Seijuro Mikoshiba x Lector (8)

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Soltó un gruñido prolongado, totalmente irritada con su situación actual. Veía su escritorio, su oh tan amado escritorio, con su laptot nueva llamando por ella y con el teclado emitiendo suaves brillos, ya que bueno, era nueva. Sus dedos temblaban, querían escribir. Deslizarse por el teclado, escribiendo sin detenerse.

Miro hacia la puerta de la habitación y tiro la frazada hacia un costado. De puntitas, camino hasta el escritorio, pero antes de poder siquiera tocar la silla..

—Detente ahí, (T/N) (T/A) que dentro de poco será Mikoshiba. —bufó, su cintura fue rodeada por un par de brazos musculosos y pronto, se encontraba de nuevo en la cama. —Estas resfriada. Ni se te ocurra hacer algo. Debes descansar. 

Gimió como una niña pequeña. —¡Sei! No puedo quedarme todo el día en cama, ¡me aburro! Ni siquiera puedo leer porque supuestamente eso me daría "dolor de cabeza" —agrego las comillas al final, causando una risa en su futuro esposo. 

—Te haré compañía. Ya avise que por lo menos, estaría ausente durante dos días. Así que estaré contigo toooda la tarde~

La chica soltó otro gruñido y hundió su rostro en la almohada. 

Sus planes de "escribir como si no hubiera mañana" habían acabado. 

Tosió un par de veces y la mano enorme de su prometido hizo contacto con su frente. —Aún no te baja la temperatura.. Iré a buscar un paño y agua fría. —vio que ella sonreía maliciosa. Antes de irse, agrego— Y que ni se te ocurra escabullirte, o pondré tu laptot en un lugar que no alcanzaras.

—¡No te atreverías! 

El sonrió de lado. —Claro que si. 

Y como buena niña, se quedo en su lugar, cruzada de brazos e inflando las mejillas.

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Y allí estaba ella, tomando un poco de sopa que preparo su madre para ella ya que Seijuro no es muy bueno en la cocina. Eso si, la carne que hace es excelente. Mas de una vez se cuestiono entre respirar o comer. O ambas. El pelirrojo se mantenía a su lado, haciendo zapping en la tele de su habitación y pasándole pañuelos descartables a (T/N). 

Cuando termino la sopa, se acurruco entre las almohadas, con los ojos irritados.

—Ne, (T/N)-ch– ¡Oi! ¿Estas bien?

No recibió respuesta, pero logro ver como salía volando de la cama y corría hasta el baño. Se arrodillo delante del inodoro y expulso casi toda la sopa que minutos antes había devorado con tanta ferocidad. El ojos dorados no tardo, con la preocupación pintada en su rostro, y tomo su pelo con cuidado. Cuando vio que había terminado, le extendió un pedazo de papel para que ella limpiara su boca. 

—¿(T/N)? Llamare al medico. —una mano temblorosa jalo de su camiseta rojiza. Vio los ojos brillosos de su princesa. 

—Estoy bien. No h-hace falta que llames. Solo debo descansar y tomar la medicina. —Seijuro la ayudo a levantarse y la chica lavo sus dientes con muchísima pasta dental. Hizo una mueca. —Que horror. Me veo horrible. —dijo, al ver su reflejo en el espejo.

Seijuro apareció detrás de ella, con una sonrisa enorme, apoyo su mentón sobre la cabeza de su prometida. —¿Que dices? Siempre te ves hermosa. 

Ella rodó los ojos, con una leve sonrisita. —Lo dices porque soy tu novia y futura esposa. 

—Nah. Lo digo en serio, hermosa.