Serie de One Shots Free! Personaje x Lectora.

Sousuke Yamazaki x Lector (8)

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 Un ronquido ronco y fuerte se escucho desde la sala de estudio de (T/N). Sousuke parpadeo, su novia había estado un par de horas encerrada allí, estudiando. Abrió la puerta y la vio, acurrucada sobre los libros, la taza que anteriormente tenía café ahora no contenía nada. Sonrió calidamente y tomo la manta que estaba en el sillón, arropando a su novia, quien simplemente suspiro gustosa al sentir la calidez de la tela. 

El ojos turquesa apago la lámpara y cerro con delicadeza la puerta, caminando directamente hacia la habitación de ambos, donde allí estaban todas las valijas. Marcharían hacia Japón en unos dos días, Sousuke seria transferido a otro centro de policías y (T/N) trabajaría en un hospital cercano. Los papeleos y los boletos de avión se encontraban preparados. Suspiro, rascando su nuca. La ultima vez que llamo a Rin fue unos dos días atrás, se entero que su amigo ahora estaba comprometido con su dulce novia. 

Mordiendo su labio, marco un número en su celular a la vez que escribía en un papel que a las cinco de la tarde la quería a ella arreglada para salir.

No le dijo para que. 

Salio zumbando por la puerta, con una idea en la cabeza y un brillo esperanzado en sus ojos turquesas.

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Dos horas después, (T/N) aún se estiraba y quejaba igual que una anciana. 

—Regla número 40, nunca dormir encorvada. —murmuro para si misma, mientras acariciaba su cintura. Había estudiado tanto que el sueño la venció, lo ultimo que recordaba era como su nariz chocaba contra las páginas del libro y luego caía en un profundo sueño. Tomo su taza de café y camino hasta la cocina, aún dormida. —¿Hm? —tomo el pequeño papel en la heladera y lo leyó, reconociendo la letra de su novio. Arrugo las cejas y miro la hora.

Las cuatro de la tarde. 

Parpadeo y chillo. —¡Se me hará tarde! 

Con la velocidad de la luz, entro al baño cargando con ropa limpia en su brazo y se tomo una ducha de diez minutos, tardo otros diez en maquillarse y luego veinte mas para cambiarse. Ya que era un día frió —y quizás nevara— decidió ponerse una camisa y arriba un suéter de color azul oscuro, unos jeans y sus botas favoritas para el invierno. Por ultimo, un gorro de lana que hizo la abuela de Sousuke para ella. Espero paciente y justo a las cinco en punto, Sousuke paso por la puerta, con la nariz roja. 

Inmediatamente lo regaño.

—¡Sousuke! ¿Como se te ocurre salir con ropa ligera en un día de frío? ¡Eso es muy malo para tu salud! —sin darle tiempo a responder, busco algo en su cartera, lo cual era una tableta de pastillas. Le dejo una en la mano de su novio, al mismo tiempo que le pasaba un vaso de agua. —Por las dudas, te ayudara. Mantendrá tu cuerpo asegurado de la gripe, tómalo. 

Sonriendo, metió la pastilla en su boca y con un trago de agua, esta bajo por su garganta. —Gracias, doctora (T/N). 

—De nada, joven Sousuke. —con un ligero sonrojo salio cuando el abrió la puerta para ella. El aire frío le causo pequeños escalofríos causando que se acercara a su novio, en busca de su calor. —¿A donde vamos? 

—A mi lugar favorito. 

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Mientras manejaba, Sousuke recordó la "gran" charla que tuvo con sus compañeros de trabajo. 

—Oh, así que el gran Yamazaki por fin se ha puesto los pantalones. —comento uno de sus amigos, con una ligera sonrisa en su rostro. Los demás a su alrededor no aguantaron la risa, ya que era muy raro para ellos ver a un tipo como el azabache intentando ser romántico.