Serie de One Shots Free! Personaje x Lectora.

Rin Matsuoka x Lector (11)

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Por alguna extraña razón, (T/N) tenía un mal presentimiento. Moviendo la cabeza de forma negativa, alejo la preocupación y continuo cocinando. Su estomago de cinco meses sobresalía apenas de la ropa. 

La ducha se oía desde el piso superior, mezclada con algo de música rap.

Rodo los ojos, hasta que escucho la tos del pelirrojo seguido de un portazo en el baño. 

—¿Rin? —llamo desde la cocina, con una ceja elevada. Apago el fuego y fue hasta el, secando sus manos con un trapo. 

Lo vio salir del baño, con el rostro pálido y con el cepillo de dientes en su boca.

—¿Que paso? —se vio tentada a reírse, pero conociendo el carácter de su esposo a la mañana, decidió no hacerlo.

—Nauseas..—murmuro, y observo como (T/N) se  acerco hasta el, acariciando con amor su rostro.

—Haré algo para que te sientas mejor ¿de acuerdo? —lo vio asentir, igual que un niño pequeño y no pudo evitar sonreír. 

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(T/N) suspiro desde el sofá, porque estaba demasiado aburrida. No tenían mascota, y en la televisión no estaban pasando nada, sumado a que su anime favorito no sacaba capítulo hasta la semana que viene. Metió un par de uvas deshidratadas a su boca y las mastico con energía. 

A pesar de que hace unos dos minutos estaba comiendo patatas fritas. Y una barra de chocolate. 

Los antojos eran terribles.

Acababa de volver de una caminata con Makoto, quien se ofreció a cuidar de ella en el tiempo que Rin no estuviera en casa. Ya que la mayoría, vivía uno cerca del otro. La cosa es que, paso un buen rato con Mamakoto, recordando viejos tiempos y las veces que iban todos juntos a Iwatobi. Sobre todo las peleas constantes del pelirrojo con Haru. 

Y ahora, descansaba con un par de golosinas. 

Escucho como la puerta de entrada se abría, y se imagino que sería Rin, quien ya seguro termino con su entrenamiento. Se estaba preparando para una competencia en Australia y no pasaba tanto tiempo en casa como antes, pero cada cierto tiempo que tenía libre, volvía a casa para estar con su esposa.

El pelirrojo se tiro en el sofá, completamente exhausto y no dudo en apoyar su cabeza sobre el hombro de su mujer. 

Sintiendo el aroma de la colonia de Makoto. 

Arrugo la nariz y soltó un gruñido. —¿Pasaste un buen rato con Makoto? 

(T/N) parpadeo, y terminando de tragar sus uvas, respondió: —Uhm, dimos una caminata por el parque. ¿Como te fue en el entrenamiento?

—Bien. —respondió frío. Y ella parpadeo, confundida. 

—¿Rin? ¿Pasa algo? 

El pelirrojo suspiro, pasando una de sus manos por su cabello. —Lo siento. Es que... ¿hace cuanto que no vamos a algún lado juntos? Estas de licencia por embarazo, y la gran parte del día la pasas encerrada aquí y sola. Debería ser yo quien te lleve a caminar y consentirte, no él. 

Al escucharla reír, giro su cabeza hacía ella, sonrojándose en el momento. —¿¡D-De que te ríes!?

—¡Estas celoso! —afirmo, entre risas. Antes de escuchar los sonidos de tiburón enojado de su esposo, se acurruco a su lado abrazándolo por la cintura. —Rin, no tienes nada de que preocuparte. Sabes que puedo cuidar de mi misma. Y no, no estoy sola. El bebé esta conmigo. —beso sus labios, en un beso rápido pero lleno de amor. —Estoy empezando a creer que el que tiene problemas de humor eres tu, y debería tenerlos yo.