One-shots inspirados en las temáticas del Inktober 2021.
Porque la inspiración llega de cualquier fuente, y aveces una sola palabra puede ser el inicio de cientos de historias.
* Los personajes no me pertenecen, créditos a su respectivo autor, Har...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Cielos, ¿Por qué le dije eso? ¿En qué estaba pensando ese día? Oh, cierto... ¡No estaba pensando! Mi corazón habló por mi.
Un joven azabache caminaba de un lado a otro en su habitación, regañándose por la estupidez que había cometido un año atrás, cuando prometió entregar su mortalidad completa en su cumpleaños número dieciocho. Si, Akaashi Keiji, el hijo único de un conde, en un arrebato de pasión se había dejado morder por un vampiro.
Y esa noche lo haría de nuevo.
Todo el tiempo compartido con el príncipe de la oscuridad logró que desarrollara sentimientos hacia él. Fue tanto su amor, que no había puesto resistencia cuando dos colmillos de un blanco marfil perforaron su piel, uniendo la mitad de su alma al chico peligris, más conocido como Bokuto Koutarou.
—En unos minutos serán las doce —Murmuró para sí mismo —. Es hoy o nunca, Keiji.
Reuniendo toda su valentía en una gran bocanada de aire, Akaashi tomó su abrigo negro, se aseguró que la nota de despedida estuviera en un lugar visible de su escritorio, y se miró una última vez en el espejo. Los ojos que le devolvieron la mirada ya se encontraban de un intenso carmín. Ahí no quedaba rastro del bello color verdeazulado que un día tuvieron.
'La transformación ha comenzado', le susurró una voz en su mente, porque si algo tenía seguro, es que ese no era su pensamiento.
—Pero, ¿Cómo? Aún no es medianoche.
'Sal al balcón, si miras el cielo tendrás la respuesta'.
Obediente a los susurros, abrió las puertas de par en par, la brisa fría alboroto sus cabellos, pero eso no impidió que elevara la mirada al manto oscuro que era el cielo... Con esa acción comprendió todo. La luna llena ya brillaba con intensidad en el punto más alto, incluso el bosque parecía más claro por su resplandor.
'Hora de cumplir my countess, tenemos una promesa pendiente'.
Después de eso no escuchó más aquella voz en su mente. La hora del reencuentro había llegado.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
