One-shots inspirados en las temáticas del Inktober 2021.
Porque la inspiración llega de cualquier fuente, y aveces una sola palabra puede ser el inicio de cientos de historias.
* Los personajes no me pertenecen, créditos a su respectivo autor, Har...
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¿Alguna vez has amado tanto a alguien, que sentiste como si tuvieran una conexión única? ¿Cómo si su amor fuera más allá de lo convencional? ¿Cómo si fueran almas gemelas?
Bueno, pues eso era lo Akaashi Keiji había experimentado desde el primer momento que conoció a Bokuto Koutarou, un chico de alegre personalidad, mirada inocente, y con el corazón más puro jamás visto.
La amistad que en un principio los había unido cambió sin que siquiera ellos se percataran. Los mensajes, las llamadas, esas muestras de preocupación el uno por el otro, todo fue transformándose en el amor más bello que pudieron experimentar.
Vivieron la relación con la que todos soñaban.
Esos jóvenes adolescentes, de corazones inexpertos pero con ganas de amar sin reparos, pasaron los dos años más felices de sus vidas en compañía del otro. Claro que en ese tiempo sortearon cientos de dificultades, como toda relación lo hacía. Los problemas familiares atormentaban a uno, y las complicaciones médicas al otro, pero se daban fuerza mutua. El saber que tenían a alguien especial librando sus propias batallas, con la esperanza de salir victoriosos para volver a fundirse en el calor de su hogar, les daba la fuerza necesaria.
Las cosas pintaban bien en sus vidas. Demasiado bien para el gusto de un caprichoso destino.
La falta de amor no fue el detonante de su ruptura. No hubo infidelidad, no hubo una discusión previa, mucho menos malentendidos que debilitaran la confianza... Causas externas, simplemente eso dividió sus caminos. Por razones que no les concernían tuvieron que distanciarse.
—Quiero que sepas que te amo... Y es por eso mismo que te dejaré libre —Pronunció un azabache con una sonrisa melancólica —. No puedo atarte a alguien que ya no estará cerca para apoyarte como siempre, sería un acto muy egoísta si lo hiciera.
—Lo entiendo 'Kashi —Suspiró Bokuto, tratando de mantenerse tranquilo ante la inminente separación. Su vuelo estaba por salir —. Aunque te diga que no podría amar a nadie más sin importar la distancia que nos separe, eso no te hará cambiar de opinión, ¿Cierto? Siempre buscamos lo mejor para el otro.
—Si, esto será lo mejor.
Ambos querían convencerse de que así sería, que un día sus corazones dejarían de doler por la separación que en ese momento se imponían. Después de todo, ¿Quiénes eran ellos para saber las vueltas que da la vida?
—Cuídate, mi niño bonito.
—Tu también, mi solecito.
Se abrazaron una última vez, bajo la promesa de no perder el contacto a pesar de las diferencias horarias que abría. Su burbuja solo se rompió cuando el vuelo fue anunciado. La hora de partir los había alcanzado, y aunque no estuvieron completamente listos para eso, Akaashi observó la mancha de cabello gris perderse tras las puertas de abordaje.
