15. Cenizas

67 9 0
                                    

Elisabeth me mira mal mientras yo analizo la corona

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Elisabeth me mira mal mientras yo analizo la corona. -Pesa bastante, esa vieja amargada debe de tener la cabeza dura como para aguantar esto en la cabeza. -río.

-No la pierdas bajo ningún concepto.

-No me la vas a quitar? -pregunto.

-Con lo avaricioso que eres si alguien se acercara con la mínima intención de ver la corona sé que le arrancarías los ojos para que no lo hiciera.

-Qué bien me conoces princesa. -sonrío.

-Cállate. -deja caer una caja de comida sobre mi pie. -Así me gusta.

-Os deseo suerte chicos. -Hunter mantiene una pose despreocupada.

-Sobre eso, se me había ocurrido que podrías venir con nosotros. Eres fuerte, si me ayudas a llegar al trono te daré lo que me pidas. -sugiere Elisabeth, pero seguro que él no acepta.

-Está bien.

-Espera, qué? -los dos me miran raro.

-Algún problema? -Elisabeth me mira mal. -Eso pensaba. -dice ante mi silencio. -Chicos! Nos vamos ya! Subid todo.

-Por qué estamos aquí? -pregunta Meredith sobando la cabeza de la nueva "mascota del barco", más bien el dragón que no deja de seguirme

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Por qué estamos aquí? -pregunta Meredith sobando la cabeza de la nueva "mascota del barco", más bien el dragón que no deja de seguirme.

-Te vas a quedar aquí, no quiero que te lastimen por mi culpa. -respondo bajando a Cala Tortuga.

-Qué? No te pienso dejar sola en esto.

-No quiero que vaya gente que de verdad me importa. -recuerdo agarrando sus hombros.

-Entonces yo tengo pase privado. -gruñe Leviatán pasando detrás nuestra hasta llegar a la playa.

-Y a este qué le pasa? -pregunto. Bajamos del barco, sin ayuda de Nessy no habríamos logrado en milenios llegar aquí por agua.

-Ni idea. Cómo vas a llamar a tu dragón?

-Eso no importa. -ella y el animal me siguen por toda la playa sin parar.

ElisabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora