17. Temor a la verdad

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-A dónde vamos tan tarde? -pregunta Hunter

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-A dónde vamos tan tarde? -pregunta Hunter.

-Nos están vigilando. -murmuro. De reojo veo uno de los búhos de la reina.

Cojo la daga para lanzar la destruyendo el búho de cristal. -Vaya.

Mi dragón nos sobrevuela dejando caer la daga para que yo la coja. Aún no me acostumbro a tener un bicho de estos de mi lado.

Solo se escuchan los cascos de los caballos chocar contra las piedras del suelo y alguna que otra Nyx. 

Hay luciérnagas alumbrando todo el sendero. 

-Hemos llegado. 

-Es un seto, muy alto. -dice Meredith. 

-Es un rosal. -bajo del caballo con el farolillo en mano, sobre el rosal hay un cuervo, que grazna y vuela en círculos sobre mí hasta posarse en una roca que delimita el sendero. Me arrodillo y saco del bolsillo una bellota dorada, el pájaro la picotea y me la quita. Vuelvo a alzar el vuelo cruzando por encima del rosal hasta que lo perdemos de vista. 

Ante nosotros, la planta comienza a abrirse dejándonos pasar a los jardines del palacio de Flora. 

-No sabía de la existencia de este pasadizo. -susurra Meredith, todos bajan de sus caballos para tirar de las riendas y poder cruzar. 

Dentro nos esperan las tres princesas. -Por fin llegáis. -Flora cierra el pasadizo al soplar unas semillas hacia el rosal. 

-El rey y la reina os aguardan, majestades. -un sirviente elfo hace una reverencia para hablarle a las princesas. 

-Seguidnos. -pide Esmeralda. Caminamos por los jardines hasta llegar al gran comedor del castillo. En el asiento principal está Fabián, el rey, y en la otra punta de la mesa Azucena, la reina. 

Ella siempre fue una gran estratega y él un magnífico luchador, ambos poseen un gran dominio de la espada. 

-Sus majestades. -Leviatán, Hunter, Meredith y yo hacemos una reverencia. 

-Sentaros, por favor. -pide Azucena. -Debemos diseñar una buena estrategia de combate esta noche, mañana por la mañana partiréis hacia Nalúh para llevar a cabo el plan. 

-Sus majestades, hemos tenido un inconveniente. Mi barco... 

-Ya sabemos la noticia, no te preocupes, estará bajo tu mando uno de nuestros navíos. -informa Fabián. -Nuestros mejores carpinteros están reconstruyendo tu barco, será exactamente igual que el anterior. 

-Gracias, de verdad, les estoy eternamente agradecida por todo lo que están haciendo. 

-Gana esta guerra y podrás devolvernos el favor. 

-Sí, su majestad.

...

Solo se escuchan réplicas y quejas del actual reinado.

ElisabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora