19. Mi pequeña Eli

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Cierro los ojos esperando el golpe, algo que jamás llega, sin embargo se escucha una explosión y algunas piedras pequeñas caer en cubierta

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Cierro los ojos esperando el golpe, algo que jamás llega, sin embargo se escucha una explosión y algunas piedras pequeñas caer en cubierta. 

Abro los ojos viendo cómo ese dragón que nos encontró a mí y a Leviatán en Solariä nos está ayudando. Juraría que lo habíamos dejado en cala tortuga... Me ha seguido. 

Por los siete mares, ahora me siento culpable. 

-Capitana! Qué hacemos? -miro a los tripulantes, están esperando mis órdenes. Qué es esto que siento? Es un cosquilleo en mi estómago. Ellos esperan mis órdenes, las acatarán al pie de la letra sin llevarme la contraria. 

Volver a tener el poder se siente demasiado bien. 

-Seguimos con el plan, hacia el suroeste como estaba previsto. -ordeno. -Meredith, te dejo al cargo del timón, no os desviéis. 

-Y tú? Qué vas a hacer? 

-Algo que debería haber hecho hace mucho tiempo. -engancho la bolsa de la corona en mi cinturón y la espada del lado contrario de mi cintura. 

Bajo a cubierta esquivando a todos los tripulantes que corren de un lado a otro preparándose. 

Comienzo a subir el mástil bajo la mirada de Meredith, Leviatán y Hunter. Me pongo en pie sobre la punta. -Espero que esto funcione... -meto dos de mis dedos en la boca haciendo que un silbido fuerte y agudo resuene. El dragón vuela lo más cerca posible de mí. -Listo pequeño? 

Salto sin pensarlo dos veces montando sobre su gran espalda. Mi corazón está desbocado. -Vamos a por esas ratas asquerosas. 

Han dejado de lanzar rocas, tardarán en volver a cargar las catapultas, debemos aprovechar el tiempo. Me agarro al cuello del dragón notando cómo este aumenta su velocidad a propósito. Al sobrevolar el puerto abre su enorme boca escupiendo una llamarada de fuego que destruye todo. 

-Me empiezas a caer bien, Lazarus. -sonrío acomodándome para poder ver a dónde nos dirigimos ahora, el castillo. -Vas a morir vieja bruja... 

-No podemos dejarla sola! La van a matar! -dice Hunter

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-No podemos dejarla sola! La van a matar! -dice Hunter. 

-Y cómo quieres que lleguemos hasta allí? De los tres solo yo sé dirigir uno de estos y vosotros no podéis llegar hasta allí hasta que no desembarquemos. -recuerda Meredith intentando mantener el barco en la misma dirección. 

ElisabethDonde viven las historias. Descúbrelo ahora