48. Cuando yo quería ser un bebé

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Sophie regresó a la escuela. Al parecer se había recuperado bien, tanto que lo primero que dijo después de que le conté lo que pasó mientras no estaba, fue:

— Iré con ustedes.
— ¿Qué?— dije sorprendido.
— Me uniré a su viaje— dijo ella—. También quiero visitar esa escuela. Mi hermana estudió ahí así que la estoy considerando seriamente.
— ¿No sería mejor que ella te llevara?
— Es abogada en ciudad Capital. Está ocupada.
— Le diré a mi papá entonces.
— Dile que si acepta llevarme, pagaré el viaje.
— ¿De verdad?— dije sorprendido.
— Mi familia puede hacer eso. Pero no me dejarán viajar sin la supervisión de un adulto así que por eso me interesa mucho ir con ustedes.
— No te preocupes, le contaré a papá.

Y por la tarde durante la cena lo hice.

— ¿De verdad va a pagar el viaje? Porque no es necesario— dijo mi papá.
— Su familia tiene mucho dinero— dije—. No es un problema. Simplemente necesita ir con un adulto. Aunque debes llamarle a sus padres. Me dio un número.
— De acuerdo, los llamaré— dijo él—. Mientras más personas, mejor, ¿No?
— Además será bueno para todos esos jovencitos— dijo mi mamá—. Necesitan despejarse un poco antes de que comiencen con los procesos para ingresar a las universidades. Suele ser una etapa estresante.
— Deberías venir también— le dije.
— A Liam no le hace bien viajar— me dijo ella—. Me quedaré a cuidarlo. Pero ustedes diviértanse mucho.
— Lo haremos— dije feliz—. Desde hace bastante he querido pasar más tiempo con Clyde pero él siempre está ocupado así que esto me emociona mucho.
— Él no parecía muy convencido sobre ir— me dijo papá.
— Dijo que lo hará porque tú se lo recomendaste y porque Sophie pagará el viaje de todos así que será gratis.
— Ojalá sí lo considere. Aprenderá mucho. Será aún mejor. Trataré de persuadirlo un poco durante el viaje. Espero no molestarlo.
— No será ninguna molestia, le agradas mucho— dije.
— ¿Te lo dijo?
— Así es— dije—. Tú de verdad le simpatizas.
— Siempre quise ser un buen suegro, espero poder serlo— dijo mi papá.

Entonces se dio cuenta de lo que dijo y me miró sorprendido. Yo lo observé asustado. Los dos miramos a mamá casi por instinto. Ella parecía muy confundida.

— ¿Suegro?— dijo ella sorprendida.

Papá no sabía qué decir. Decidí intervenir aunque me sentía bastante preocupado.

— Es que yo— dije angustiado—, estoy saliendo con alguien. Se llama Clyde.

Ella me miraba muy sorprendida.

— ¿Clyde?— dijo—, ¿No es ese un nombre que generalmente le ponen a los hombres?
— Clyde es un hombre— dije.

Nos quedamos en silencio todos por unos segundos simplemente intercambiando miradas.

— Ah— dijo mamá confundida.

Después tomó un poco de agua.

— ¿Está todo bien?— le dijo mi papá.
— Sí, por supuesto— dijo mi mamá con tranquilidad—. Aunque me hubiera gustado saber que Percy salía con alguien.
— Comenzamos a salir hace poco— dije—. Y no te lo estaba escondiendo pero no te dije porque quería que lo supieras cuando Clyde estuviera aquí. Para que pudieran conocerse. Él trabaja después de la escuela así que no tiene tiempo pero estábamos planeando cómo presentarnos como pareja...
— Lamento haber dicho eso, arruiné su sorpresa— me dijo papá—. Me emocioné de más.
— Está bien, yo también estaba emocionado— dije.

Miramos a mamá. Parecía muy seria.

— Entonces ya conoces a ese jovencito— le dijo ella a papá.
— Así es— dijo papá—. Estuvo aquí porque debía hacer un proyecto con Percy. Te va a agradar mucho. Es el escritor más talentoso que he conocido en mucho tiempo. Tiene un potencial increíble.
— Y yo le gusto de verdad— dije.

Percy y el chico góticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora