36. Cuando Cindy era nuestra amiga

20 3 1
                                    

— ¡En realidad es tu culpa!— le dijo Cindy a Rodrigo cuando él estaba por poner sus manos encima de Clyde.
— ¿Qué?— dijo Rodrigo sorprendido y la observó.
— ¿No puedes ver que lo que teníamos no era bueno?— dijo Cindy.
— ¡Sí lo era pero este rarito te metió ideas en la cabeza!— dijo Rodrigo.
— Él sólo fue honesto conmigo y me dijo lo que era mejor para mí— dijo ella—. Es un buen amigo.
— Bien, ahora es tu único amigo— dijo Stella con desprecio.
— Mi primer amigo— le dijo Cindy a ella—. Porque ustedes nunca lo fueron.
— ¿Qué?— dijo Lily, una chica de cabello oscuro y sombrero—, ¿Nunca fuimos amigas?
— ¡No, si ustedes hubieran sido mis amigas me habrían advertido sobre salir con alguien como él!— dijo Cindy.
— ¡Pero teníamos citas triples!— dijo Lily muy conmovida—, ¿Eso no significó nada para ti?
— Déjala, ya no quiere saber nada de nosotras— le dijo Stella a Lily—. Vámonos.

Ambas se alejaron.

— Qué mal— dije.

Todos me observaron. Rodrigo se acercó a mí.

— ¡Tú!— me dijo con furia—, ¡Dijiste que todo estaría bien si lo hablaba y no es así!
— Pensé que las cosas mejorarían— dije—. Pero ahora todo está mal.
— ¿Ustedes se conocen?— dijo Cindy.

Rodrigo observó a Cindy. Se acercó a ella.

— Nena, no puedes hacerme esto. Habla conmigo, seré alguien mejor si me das la oportunidad— le dijo.
— Ya es tarde— dijo Cindy—. Vete.

Él lo hizo. Luego Cindy tomó una silla y la acercó a las de nosotros. Se sentó y empezó a comer su almuerzo.
Le seguimos la corriente. En la salida Clyde dijo que quizá la situación mejoraría en los días siguientes pero no fue así.

Cindy se reunía con nosotros en los recesos y era divertido tenerla porque ahora el grupo era más grande y a todos nos agradaba mucho, pero Stella y Lily parecían odiarnos por eso. Por si no fuera suficiente, Rodrigo al parecer era el líder de su grupo de amigos y todos me miraban feo cuando iba a comprar caramelos. Por suerte las máquinas expendedoras estaban del lado del patio que correspondía a la pandilla de James y Rodrigo respetaba mucho ese tipo de límites.

No me gustaba como quedó todo. Quería que todos fueran amigos de nuevo pero Clyde decía que esa decisión le correspondía a Cindy. No debíamos intervenir.
Pasó una semana y definitivamente era más evidente que había un problema.
Así que convoqué a una reunión de emergencia junto a las máquinas expendedoras.

— ¿Qué estamos haciendo aquí?— preguntó Jerome.
— Necesitamos hablar sobre Cindy— dije.
— Ya dije que no nos conviene involucrarnos— dijo Clyde.
— Lo sé pero las cosas no están bien— dije—. Ellos deberían ser amigos.
— ¿Bromeas?— me dijo Jerome—, ¡Esto ha sido lo mejor que le ha pasado a Cindy! Ese Rodrigo era un pésimo novio, es obvio que Stella es tan fea por dentro como bella es su cara y Lily sólo es su marioneta. Ahora ella está con nosotros y por fin tiene una relación sana.
— Pero se ve que se extrañan— dije.
— No es cierto— dijo Jerome—. Sólo tienes celos de Cindy.
— No es cierto— dije.
— Claro que sí, por eso quieres que vuelva a su antigua vida miserable— dijo Jerome—. Pero yo creo que está mejor con nosotros. Es una buena amiga. ¿Tú qué dices Clyde?

Miramos a Clyde. Parecía pensativo.

— ¿Qué?— dijo él.
— ¿No estabas poniendo atención?— le dijo Jerome.
— Es que mencionaste a Stella e inmediatamente me sentí muy molesto— dijo Clyde—. Ella me pone de mal humor.
— ¿En serio?— dije.
— Por causas del destino ella siempre ha sido mi compañera de salón desde que iba en primer año— dijo Clyde—. Quizá ahora ya no lo haga tanto pero antes solía insultarme mucho sobre mi aspecto pretendiendo que sólo me comentaba algo inocentemente. Nunca le dije nada porque parecía un esfuerzo inútil pero creo que será un terrible error si Cindy regresa con ella.
— Stella no parece una chica mala— dije.
— Porque es buena con las personas que le convienen— dijo Jerome—. Lo sé porque era linda conmigo cuando quería que le pasara la tarea.
— ¿Y se la pasabas?— le preguntó Clyde.
— Varias veces lo hice— dijo Jerome.
— ¿Por qué?— dijo Clyde—, ¿Te engañó?
— No, yo ya sabía cómo era ella— dijo Jerome—. Pero mi debilidad son las chicas bonitas.
— Lo sé, Cindy te tiene completamente atrapado— le dijo Clyde.
— Claro que no— dijo Jerome.
— Pero el otro día le ayudaste a cargar sus cosas de camino a su casa— le dijo Clyde.
— ¿Y qué tiene eso de malo?— dijo Jerome—, ¿Ya no puedo ser amable o qué?
— Bien, entonces hoy carga mis cosas— le dijo Clyde.
— Tú no necesitas ayuda— dijo Jerome.
— Claro que sí pero no lo harás porque no soy Cindy— dijo Clyde—. Acusaste a Percy de querer alejar a Cindy por celos pero en realidad tú quieres que siga con nosotros porque te gusta.
— ¿Y qué tiene eso de malo?— dijo Jerome—. Ella está soltera ahora y creo que yo podría ser un buen novio. Además, ¿No querías alejarla de amistades como Stella? Porque tú eres el que la incitó a cambiar su estilo de vida desde el inicio.
— Sí pero nunca imaginé que esto pasaría— dijo Clyde.
— Es algo bueno— dijo Jerome—. Además si Cindy empieza a salir conmigo, Percy ya no sentirá celos de ella porque será mi novia.
— ¡No tengo celos de ella!— dije.
— Sí, dile eso a alguien que te crea— dijo Jerome.
— ¡Es verdad!— dije enojado.
— Así que es oficial— dijo Jerome—. Cindy se queda como parte de nuestro grupo y caso cerrado. Ahora debemos irnos de aquí porque James acaba de llegar y este es su territorio.

Lo vimos hablar con sus amigos. Salimos de ahí disimuladamente.

En el salón estaba Cindy. Al vernos sonrió.

— ¡Clyde, tengo una idea para un cuento de terror!— dijo ella.

Nos sentamos a su lado.

— Deberías escribir algo sobre un video embrujado— dijo ella.
— ¿No ya hay una película sobre eso?— dije.
— Sí pero es muy anticuada. Necesita una versión moderna con tecnología— dijo ella.
— Quizá podría considerarlo— dijo Clyde.
— Sí, seguramente será un cuento genial— dijo Jerome.
— Tengo muchas otras ideas que podrían gustarte— le dijo ella a Clyde—. Te las contaré en la salida.
— A mí me encantará escucharlas— dijo Jerome.
— Pensé que debías quedarte a una reunión del consejo— le dijo Cindy.
— Es cierto, qué lástima— dijo Jerome.
— Te contaremos todas las ideas que tengamos— le dijo Cindy—. A ti también, Percy— me dijo ella—. Como tu madre vendrá por ti no podrás escucharlas.

Eso había sido raro. Así que me dediqué a observar a Cindy con detenimiento el resto del día.
Pude descubrir dos cosas:

1- Ella le hablaba más a Clyde que a cualquier otra persona. Incluso lo buscaba en el intermedio de clases.
2- Jerome la trataba muy bien, tanto que no podía notar cuando ella le pedía alguna cosa absurda para deshacerse de él.

En conclusión: a Cindy le agradaba demasiado Clyde. PERO DEMASIADO. No quería dudar de ella porque entonces sólo le daría la razón a Jerome cuando dijo que yo estaba celoso. Quería pensar que ella sólo quería ser una buena amiga y que estaba muy interesada en los cuentos de Clyde, además sabía que yo salía con él, no podía ser que le gustara mi novio.

En la salida me despedí de ellos y los vi mientras caminaban juntos. No quise empezar a pensar cosas raras, la última vez que vi a Clyde caminar junto a una chica dejé que mi imaginación me llevara muy lejos y sólo me preocupé de más. Debía tener más confianza en mí y en Clyde. Así que me controlé a mí mismo. Pero por las dudas decidí consultar a alguien sólo para saber su punto de vista.

Fui a visitar a Sophie.

— Sí, a ella le gusta Clyde— me dijo cuando le conté lo que pasaba.
— ¿Qué?— dije asustado.
— Es obvio. Él la salvó de una mala relación y se interesó en ella como nunca nadie. Seguramente Clyde fue considerado con ella y eso pudo confundirla.
— Pero ella sabe que nosotros estamos saliendo— dije.
— Y quizá eso hace a Clyde más atractivo para ella. Es como un fruto prohibido.
— ¿Y ahora qué hago?— dije aterrado.
— Podrías pararte enfrente de ella y decirle “Aléjate de mi hombre, perra”.
— ¡Yo jamás diría eso!— dije.
— Entonces suerte con eso.
— ¡No quiero que Cindy me quite a mi novio!
— Pero dejaste que se fuera con Clyde.
— Sí porque así pasó contigo esa vez— dije—. Ustedes se fueron juntos.
— Sí pero yo soy su ex novia a la que ya terminó antes— dijo Sophie—. Y mírame, sé que tengo múltiples encantos pero nunca me compararía con Cindy. Ella salía con Rodrigo y él tiene un pedazo de patio que es su territorio. Es el equivalente escolar a ser la esposa de un mafioso. Pero sería un mafioso menor, todos saben que quien gobierna la escuela es James. Pero hay rumores que dicen que si James no saliera con Gigi seguramente buscaría a Cindy.
— ¿Qué significa eso?— dije alterado.
— Que ella podría quitarte a Clyde. No digo que los sentimientos de él por ti no sean fuertes... es sólo que Cindy sí es una amenaza.
— ¿Y qué hago?
— No lo sé. Si supiera cómo recuperar a Clyde ya te lo habría quitado— me dijo ella.

Eso era malo. Todo eso se estaba volviendo caótico.

Percy y el chico góticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora