Afortunadamente a Clyde, a Jerome y a mí nos tocó sentarnos juntos. Papá y Sophie fueron en los asientos frente a nosotros. Aún así Jerome y Sophie no dejaron de molestarse en gran parte del camino. En algún punto mientras Jerome pateaba el asiento de Sophie y ella trataba de picarlo con un palito (que quién sabe de dónde consiguió), una azafata se acercó para regañarlos así que se detuvieron.
— Me regañaron, no es justo— se quejó Jerome.
— Ojalá hubiera grabado eso— le dijo Clyde—. Fue muy divertido.
— Pero no te reíste— le dijo Jerome.
— Me reía en mi interior— dijo Clyde.
— ¿Eso es posible siquiera?— le dijo Jerome.Entonces nos llevaron comida. Deslizamos las mesitas de los asientos y pusimos todo ahí. Yo estaba muy tranquilo comiendo cuando de repente Jerome habló.
— Esto me recuerda a tu cuento sobre el vuelo que entró a otra dimensión y desapareció— le dijo a Clyde.
— Me basé en hechos reales— dijo Clyde—. Hay varios vuelos que han desaparecido por completo y nadie sabe qué pasó con ellos.Me levanté de golpe.
— ¡Oh por dios!, ¿Y si eso pasa en este vuelo?— dije alterado—, ¡No quiero desaparecer!
— No va a pasar, sólo es un cuento— me dijo Clyde.
— ¡Basado en hechos reales!— dije angustiado.
— Hechos reales no comprobados— dijo Jerome—. A esos vuelos pudieron pasarles muchas cosas. Tal vez se hundieron hasta el fondo del mar, o cayeron en una isla desierta, o los secuestraron...
— ¿Qué?— dijo una persona que estaba cerca—, ¿Este vuelo está secuestrado?
— ¿Secuestraron el vuelo?— dije alterado—, ¡Oh no, está pasando!
— El vuelo no está siendo secuestrado— dijo una azafata.Entonces otras personas más escucharon eso y muy pronto había toda una crisis ahí adentro. El capitán tuvo que anunciar que el vuelo se encontraba perfectamente y que nadie había sido secuestrado.
— Recuérdame jamás volver a hablar de tus cuentos frente a Percy— le dijo Jerome a Clyde.
— Perdón por eso pero me asusté— dije.
— Termina tu comida— me dijo Clyde—. Tu postre aún sigue ahí.Comí mi yogurt como pude. Después me dio sueño y nuevamente me quedé dormido. Me desperté porque Sophie hizo ruido.
— No, hiciste trampa— dijo ella.
— No soy un tramposo— dijo Jerome mientras sostenía unas cartas en sus manos.
— Pero yo tengo muchas cartas— se quejó ella—. No es justo.Se estaba asomando por arriba del asiento.
— Buenos días— me dijo Sophie—, por fin despiertas.
— Me quedé dormido, lo siento— dije.
— Es mejor que duermas a que causes pánico colectivo en el vuelo— me dijo ella.
— De verdad me siento mal por eso— dije apenado.
— Olvídalo y juega cartas con nosotros— dijo Sophie.
— Sí, da igual si alguien más se une, de todas formas vamos a perder— dijo Jerome.
— Estoy en una racha ganadora impresionante— dijo Clyde.Terminaron ese juego (efectivamente Clyde ganó) y después me uní. Yo no sabía que era malo jugando cartas pero en ese momento lo comprobé.
— Eres malísimo en esto— me dijo Jerome.
— Ahora que lo pienso— dijo Sophie—, ¿Hay algo en lo que seas medianamente bueno?
— No lo creo— dije con pena.
— Es bueno haciendo amigos— dijo Clyde.
— ¿Y se puede hacer dinero con eso?— preguntó ella.
— Si estafas a tus amigos, sí— dijo Jerome—. Podría conocer gente, volverse su amigo y después convencerlos de que se unan a un fraude piramidal.
— No quiero estafar a nadie— dije.
— Podrías crear una secta— dijo Sophie—. No es estafa si ellos voluntariamente te dan su dinero.
— No suena bien— dije.
— No te dejaría hacer eso, las sectas son peligrosas— me dijo Clyde.
— ¿Cómo lo sabes?— pregunté.
— En toda mi vida me han contactado hasta tres sectas— dijo Clyde—. Creo que es por la forma en la que me veo.
— ¿Eran sectas satánicas?— preguntó Sophie.
— No lo sé, no me uní a ellos— dijo Clyde.
— Debiste, a mí me hubiera gustado saber qué hacen ahí— dijo Jerome.
— Suena a que no es bonito— dije.
— Una sonaba muy interesante— dijo Clyde—. La usé de inspiración para uno de mis cuentos.
— Sí pero no hables de eso o Percy se va a alterar otra vez— le dijo Sophie.
— Lo de hace un rato me tomó por sorpresa— dije—. No va a volver a pasar.

ESTÁS LEYENDO
Percy y el chico gótico
Genç KurguPercy, el chico nuevo, se encontró en su primer día de clases con Clyde y no pudo evitar sentir una extraña atracción hacia él. Clyde, el chico gótico de la escuela, se encontró un día rodeado de un molesto chico pelirrojo que quería ser su amigo. ...