"Serendipia" OS (MATEMO)

Under the rain

Omegaverse/ +16? 

Temo exponía con gran destreza su plan frente a los miembros del consejo, un complejo eco-sustentable dentro de una gran reserva, ahí tendrían el espacio suficiente para que sus animales pudieran correr y cazar con seguridad, con todo lo que necesitaban su parte humana, servicios básicos, internet satelital, tiendas, en fin una pequeña ciudad en medio de la jungla. Un lugar seguro para los cachorros que aún estaban dominando sus poderes, cada día parecía que nacía uno y era maravilloso, su raza había estado al borde la extinción, algunos había caído en manos de científicos inescrupulosos para ser estudiados y otros bajo las armas humanas al confundirlos con animales reales, eso ya no sucedería bajo su mandato. Estaba dispuesto a llevarlos a otro nivel.

El antiguo alfa lo miraba con un leve rastro de orgullo en su mirada. Pancho los había agrupado y convertido en una manada en toda la extensión de la palabra, les enseñó a convivir y trabajar juntos para que pudieran vivir en libertad. Estaba orgulloso de todo lo que logró, pero ya no estaba en sus manos el futuro de la manada, cada día envejecía y sabía que el liderazgo debía pasarse a alguien más joven con ideas más frescas y capaz de hacerlos vivir en el presente olvidar los resentimientos e ideas del pasado y ese era su hijo.

Nadie pensaba que su Temo podía ser un alfa, como antes de él nadie pensaba que él podía ser un alfa, en sus constantes viajes para lograr juntar a los miembros aún vivos de su raza muchos de ellos se había reído en sus narices ante la propuesta, pero lo había hecho, gracias a ello su pequeña comunidad casi al borde la extinción vivía días mejores, con Temo eso solo mejoraría un poco más.

Los murmullos que se levantaron cuando Temo llegó con su beta al salón se dispersaron conforme el alfa joven explicaba como lograría conseguir cada parte de su plan, de vez en cuando Mateo aportaba con sus puntos de vista sobre el mismo, sin amedrentarse ni un poco ante las miradas curiosas que le dirigían.

El que Mateo fuera el ejecutor y mano derecha de Temo causó inquietud y desconfianza entre los miembros de la manada, parecía que poco a poco se iban acostumbrando a su letal presencia, el día anterior había estado por desatarse una tormenta ante un incidente que parecía haberse resuelto.

Mateo surgió de la nada un día, no era un ocelote, era un animal más grande, más pesado y sobre todo más letal, era un jaguar, un jaguar rechazado y expulsado de su manada. Tenía la misma elegancia de gatuna de los ocelotes, pero algo más refinada, su presencia era poderosa y levemente amenazante. Era el perfecto complemento para Temo quién era amigable y abierto con todos, bastante despreocupado de su seguridad, a veces olvidaba que no todos los miembros de la manada estaban de acuerdo con su puesto en ella y algunos estaría dispuestos a pelear y matar por convertirse en el alfa. Muchas ideas estaban demasiado arraigadas como para desvanecerlas en un mandato.

Cuando todos los miembros del consejo terminaron con sus preguntas a Temo sobre los puntos que no estaban demasiado claros para ellos, se dio por terminada la reunión, algunos de los ocelotes sonrieron a Temo felicitándolo por sus ideas y otros le lanzaron miradas de desconfianza.

Pancho se quedó esperando que todos abandonaran el lugar antes de marcharse también, seguía siendo un poco sobre-protector con su hijo, el incidente del día anterior estaba demasiado fresco en su memoria.

La omega de la manada la que todos creían que terminaría con Temo seguía sentada en su lugar desprendía un leve rastro de olor a duraznos podridos, se levantó y camino hacia Temo y Mateo, viéndolo con algo de enojo y desprecio.

—No te da vergüenza Temo, nos has traicionado —lo acusó mirándolo con sus ojos como dagas—, me has traicionado. Soy una estúpida.

—Meli, eso no es verdad y lo sabes —contestó calmado y con un tono de voz que no admitía replicas—, te quiero y valoro muchísimo como amiga, pero tú no eres mi compañera.