Bath time

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—¿La temperatura del agua es adecuada, amor? —Temo verificó a Mateo que llenaba con agua un envase grande dejándolo cerca de la pequeña bañera.

—Todo listo, cielo— Mateo comprobó una vez más que todo lo necesario estuviera al alcance de su mano, jabón para bebés y toalla cerca de la bañera, y una nueva muda de ropa sobre el cambiador, pañal, la crema.

La practica y la teoría eran muy diferente, la técnica en puericultura les había dado las pautas de cuidado de los pequeños, les había enseñado como bañarlos, cuidar del cordón, limpiar sus narices, pautas de alimentación y signos y señales de alerta.

Y aunque podían contratar a una enfermera hasta que se sintieran seguros querían hacerlo por sí mismos, era una etapa tan terrorífica y tan maravillosa, tan extenuante y tan gratificante, y cuando se dieran cuenta estarían en otro punto así que esperaban disfrutar intensamente cada momento.

Temo continuó desabrochando los pequeños broches de la ropa de su hijo, Ikal con sus ojos aún grises lo seguía atento a sus movimientos, para apenas tener un par de días de nacido era un bebé muy despierto, cuando terminó de quitarle el pañal, lo envolvió en una toalla, brazos y piernas como un tamal, el pequeño se quejó apenas, seguía interesado en las caras que su padre le hacía, y como Ikal tenía más paciencia que Sahily sería su conejillo de indias para el primer baño del bebé.

Iba a omitir que hicieron cara y sello sobre quien bañaba a quién y también la pequeña trampa que hizo al girar la moneda dejándole a la pequeña a Mateo.

Mateo estaba listo comprobó una vez más el sueño de Sahily, y con las mangas de su camisa arremangadas sobre sus codos y una la fachada de seguridad que era solo eso espero que Temo se acomodara, esta nueva etapa en sus vidas era un territorio tan desconocido que no sabía que esperar y aunque no pudiera controlar la situación intentaba hacerlo, no podía implementar un régimen militar de horarios con los bebés, pero si podía organizar algunas actividades de dentro de cierto tiempo.

Mateo tomó la pequeña palangana cuando Temo dejó a Ikal bajo su brazo como una pelota de futbol americano, cuidado de sostener su cabeza y apoyar su cuerpo en su brazo, la puericulturista les informó que no eran tan frágiles como parecían, sin embargo no era algo que deseara probar, entonces Mateo dejó caer con precaución agua sobre el cabello oscuro de su hijo.

Cuando pequeñas gotitas de agua golpearon la corona de Ikal este frunció el ceño listo para probar la resistencia de sus pulmones, luego pareció pensarlo mejor y se dejó hacer cuando Temo uso su mano para limpiar sus oscuros, suaves y cortos cabellos y frotar suavemente su cuero cabelludo. Mateo con una toalla húmeda limpió su rostro, poniendo especial énfasis en sus orejas y tras ellas, cuando estuvo satisfecho, Temo quitó la toalla que había utilizado para envolverlo y lo colocó sobre la bañera que Mateo había llenado apenas unos centímetros.

Temo sonrió recordando a Mateo preguntando cuantos centímetros exactos debía llenar la bañera para evitar accidentes. El pequeño codazo que recibió de su esposo le hizo salir de su recuerdo, extendió la mano para recibir el par de gotitas de jabón para bebé que le estaba ofreciendo y que empleó para frotar brazos y piernas, unas gotitas más para su cuello y cuerpo, todo mientras Mateo dejaba caer chorros de agua controlados sobre el cuerpo del bebé.

Justo cuando Ikal estaba empezando a impacientarse y emitir ruidos de disgusto terminó de lavar su espalda y luego de aclararlo con un poco más de agua, lo dejó sobre la toalla que Mateo extendió para envolverlo y atraerlo contra su torso.

Mateo murmuró algo en el oído del bebé meciéndolo despacio, eso pareció funcionar pues se calmó de inmediato, permitiendo que lo colocará sobre el cambiador.

"Serendipia" OS (MATEMO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora