𝐒 | ❝ déjame ir ,Peter, estaremos bien❞
susurró ella con un hilo de voz,
y soltó su mano.
Donde el amor de Amy y Peter era tan poderoso, que incluso la estrella más fuerte del universo podría ser vencida por ellos. Un impe...
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Había llegado el día de la coronación , los tres que serían nuevos reyes de Narnia estaban bastante nerviosos a decir verdad. Los Pevensie, Caspian y las Campbell ya se encontraban arreglándose para el evento.
Después de ese beso entre Peter y Amy, ambos se quedaron hablando un par de horas más, conociéndose y contando cosas divertidas para tratar de olvidar sus miedos e inseguridades. Hasta que el sueño los vencía y decidieron entrar a dormir a la casa.
A la mañana siguiente... durante el desayuno no paraban de dirigirse miradas instantáneas y sonrojarse. Trataban de ser algo discretos, pero sus hermanos los conocían tan bien, que sospechaban lo que pudo haber pasado.
Una vez ya todos listos, se dirigieron al Palacio Telmarino, lugar que Caspian ofreció para llevarse a cabo la coronación.
Llegaron y habían varios ciudadanos, tanto Narnianos como Telmarinos, decorando y arreglando. Los adolescentes saludaron a la gente y ayudaron en lo que podían.
Susan y Amy comenzaron a hacerse muy amigas, ya que eran las chicas mayores y podían hablar de temas apropiados en su edad. La Campbell tenía 16 y la Pevensie 15, entonces se sentían más en confianza y relacionadas.
Ambas chicas, platicaban y reían mientras llevaban comida de la cocina a una gran mesa para cuando los invitados llegaran.
Peter y Edmund colgaban adornos en el área de los tronos.
Caspian estaba siendo Caspian jugando con Ava, Lucy y otros niños Narnianos y Telmarinos.
Después de una hora, empezaban a llegar los súbditos. Susan, Amy, Peter, Edmund, Caspian, Lucy y Ava, estaban reunidos esperando la llegada de Aslan para dar comienzo a la coronación formalmente, mientras saludaban y conversaban con los pueblos.
Peter y Amy seguían dándose algunas miradas, se notaban felices.
—Amy... puedo hablar contigo un segundo? Es importante— Caspian pidió a la rubia.
El mayor Pevensie estaba atento a la respuesta que ella daría.
—Claro, vamos— sin decir más, ambos caminaron hacia un extremo alejados de los demás.
Peter tensó su mandíbula y fue a distraerse, buscando a Aslan.
Con Caspian y Amy.
—¿Qué pasa?— le preguntó Amy con curiosidad al príncipe.
