𝐒 | ❝ déjame ir ,Peter, estaremos bien❞
susurró ella con un hilo de voz,
y soltó su mano.
Donde el amor de Amy y Peter era tan poderoso, que incluso la estrella más fuerte del universo podría ser vencida por ellos. Un impe...
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Amy se sentía bastante nerviosa a decir verdad. Aquel día, sería su primera cita con Peter.
Todos los Campbell se encontraban sentados desayunando en el comedor.
—¿Cuál es el plan para hoy?— preguntó la tía Kate
—¿Podemos ir al teatro? Lucy me contó sobre una obra para niños que ha tenido función este mes— contestó Ava emocionada.
—No es mala idea, podemos ir los 5 juntos y estar afuera todo el día— se encogió de hombros Frank.
—Sí, está bien— sonrió Sara asintiendo con la cabeza.
—De hecho...— Amy se aclaró la garganta con nervios—Peter y yo saldremos hoy, entonces creo que no iré con ustedes.
Ava soltó un grito de emoción y los demás empezaron a reír.
—Bien, pero no vuelvas a casa después de medianoche— pidió Frank.
—¿A dónde irán?— preguntó con curiosidad la "madrastra" de Amy.
—Aún no lo sé, dijo que sería sorpresa, pero supongo que por aquí cerca o algo así— contestó y tomó un trago de jugo.
X
Amy estaba dándose unos últimos toques de su sencillo y lindo maquillaje. No paraba de mirarse al espejo con inseguridad, siempre había querido mostrarse como las chicas hermosas de las revistas, o incluso las de su edad. Creía que nunca sería así, que nunca alguien se interesaría por ella... incluso ahora que había llegado Peter a su vida desde casi un año atrás, seguía teniendo algunas inseguridades.
Su familia ya se había ido al teatro, y Peter llegaría en unos pocos minutos. Ella había elegido su conjunto de ropa preferido. Tres ligeros golpes sonaron en la entrada de la casa.
Tomó algo de dinero, lo guardó en una mochila y bajó las escaleras en camino a la puerta principal. La abrió y ahí estaba él.
Ambos se quedaron embobados mirándose uno al otro con una sonrisa. Él vestía con una camisa blanca (su favorita) y unos pantalones negros, ambas prendas le sentaban muy bien.
—Hola...— habló primero Peter nervioso.
—Hola— contestó Amy.
—Luces hermosa— sonrió el Pevensie.
—amm.. gracias t-tú también luces hermo- bastante guapo— contestó Amy con las mejillas ruborizadas y nerviosa.
