Había pasado el tiempo, la transformación del Animago había sido un pasatiempo bastante agradable pero estaba apunto de ser casi igual de aburrido que estar en su verdadera forma, su estudio de la magia había progresado pero leer de los libros sin tener a una persona para distraerlo y refrescar su mente se volvía tedioso, el uso práctico de la magia era correcto por así decirlo, no había encontrado algún desafío verdaderamente grande salvó por la magia no verbal, fuera de esto último estaba aburrido.
En este punto realmente se sabía de memoria cada antigua y noble grieta de la más noble y mas antigua mansión de la familia Grindelwald, en este punto la monotonía lo estaba matando, había pasado tanto tiempo en esta casa que estaba apunto de quemarla para tener una escusa y salir al aire libre, en estos momento añoraba la pequeña libertad que había obtenido mediante el ritual del Animago... Debí haber disfrutado aún más del bosque, en este punto estaba tan aburrido que había hecho algo que jamás me había planteado, le había mandado una carta al profesor Dumbledore pero solo conseguí una respuesta corta "nos veremos a la media noche" .
Almenos sabía que la noche no sería aburrida.
–Mi señor, despierte, el señor Grindelwald debe despertar–, susurro una pequeña voz chillona.
Mis ojos se abrieron lentamente mientras trataba de ubicarme, ¿Porque estaba acostado en el suelo?, Mi atención se centro en el elfo que estaba frente a mí por lo que al fin pude escuchar lo que decía.
-El señor no debió haber hecho eso, usar el propio encantamiento desmayo en usted no es una buena forma de pasar el tiempo-, chillo el elfo doméstico.
-¿Que sucede?-.
-El señor Dumbledore está aquí-.
Con esta información salí rápidamente de mi cuarto para llegar al comedor después de todo no era muy educado de mi parte dejar a mi invitado esperando.
-Espero hayas descansado bien Gellert, lo necesitaras después de todo será un viaje largo-, hablo el director según entre al comedor.
-¿Viaje?, ¿Viaje a dónde?-.
-¿A dónde?... Hogwarts, por supuesto, pensé que sería un buen lugar para que puedas escapar del aburrimiento, como pronto comprobarás en un castillo tan grande como Hogwarts no puede pasar un solo día sin que algo maravilloso pase, además estarás seguro, solo que vas a tener que estar conmigo o con mis maestros y por supuesto el bosque prohibido estará naturalmente prohibido-.
-Pero, pero pensé que... Es decir las fechas, yo no soy un alumno y solo los alumnos y profesores pueden ir al colegio-, hablo Gellert tratando de encontrarle algún tipo de lógica a las palabras del director.
-Correcto, solo profesores y los alumnos pueden ingresar al colegio o casi siempre es así pero como podrás suponer existen ciertos reglas que como director puedo decidir omitir cuando la situación así lo amerite, simplemente te pediré que no te metas en muchos problemas-.
-...
-Será mejor que consigas tus cosas, ropa y algunas cosas más deberían de ser útiles, deberías empezar ahora mismo porque el tren va a partir a las 12 en punto así que tenemos que ser puntuales después de todo el viejo Richard (El maquinista) no soporta las desveladas como antes-.
El heredero de los Grindelwald se dió la vuelta y de una forma bastante rígida camino hacia su cuarto, fue hasta que llegó a las escaleras que empezó a correr como un loco mientras lanzaba hechizos a sus pertenencias y tomaba a su gato del cojote ganándose unos buenos rasguños que curo rápidamente con su varita, el mundo le acababa de brindar una oportunidad única y no iba a desperdiciarla.
–Bauleo–, con un rápido movimiento de varita varios objetos volaron de forma ordenada y se acomodaron en un baúl que estaba ampliado con encantamientos indetectables... aunque aún podían detectarse pero no tan fácilmente, con todo lo necesario baje rápidamente al comedor en el qué Albus me estaba esperando.
-Veo que estás listo, sujeta mi mano, tenemos que ir al pueblo de Hogsmeade, le prometí a Rosmerta que pasaría a las tres escobas para tomar una pequeña copa, espero que tengas hambre, hay un buen menú para aquellos que buscan saciar su hambre-, Albus alzó su brazo derecho mientras me acercaba y lo tomaba, sentí un tirón en mi estómago mientras todo a mi alrededor se movía con fuerza, a mi alrededor podía ver enormes colinas a lo lejos y un hermoso valle a mis alrededores con una enorme casa enfrente de un lago cristalino en el que unas criaturas esqueléticas tomaban agua.
-¿Profesor?-, pregunto Gellert.
-¿Sucede algo Gellert?-, respondió el director mientras sacaba algo de sus tunicas.
-¿No iríamos a Hogsmeade?-.
-Oh, es cierto, es curioso que no reconozcas tu hogar pero tiene sentido suponiendo que nunca lo has visto-.
-¡Mi hogar!-, respondió Gellert con sorpresa.
-Naturalmente supuse que desearías recorrer el mundo una vez salieras de tu hogar pero me temo que tendrás que conformarte con volar de aquí a la estación King's Cross, Londres, dónde tomaremos el tren y llegaremos a Hogsmeade, después iremos a Hogwarts-.
-Eso suena fantástico... Supongo que iremos en esos ¿caballos?-.
-¿Caballos?, Oh sí los Thestral, es curioso que puedas verlos, resulta que solo aquellos que an visto la muerte pueden verlos, criaturas hermosas que sufren mucho por la falta de información de ellas, algo que comparten con muchas otras especies mágicas y no mágicas como pronto lo verás-, respondió el director mientras sacaba un pequeño silbato en forma de calavera y soplaba fuerte haciendo un sonido parecido al de un alarido que al parecer había llamado a los caballos.
♠️[<Nota del autor>]♠️
El silbato es un ehecachichtli o silbato de la muerte, se trata de silbato que tenía la función de causar el más terrible terror psicológico, ya que su sonido es de los quejidos de una persona siendo ferozmente torturada.
Aunque los muggles no sabían que los magos en realidad los usaban para llamar a sus manadas de Thestral, que servían como transporte para los magos prehispánicos, al ser este muy veloz e inteligente.
(Este dato lo invente yo xD)
♠️[<Fin de la nota del autor>]♠️
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El Heredero De Los Grindelwald
FanficGellert Grindelwald fue un mago oscuro muy poderoso, lo que lo impuso por su camino fue una visión, el tenía el don de la adivinación y pudo verse gobernando, en su visión el poseía las tres reliquias de la muerte... pero se equivocó y el mismo noto...