¿Qué pasará si descubres que esa persona que tanto quieres está apunto de casarse?
Dicen por ahí que uno siempre vuelve al lugar que lo hizo feliz.
Yo volví, volví para ver mi lugar feliz casarse...
*
*Historia no corregida*
-Historia cuenta como mu...
—Mhm...— gruñó buscando el responsable de aquel sonido irritante.
Cuando tengo el celular entre las manos contesto con pesadez.
—¿Qué quieres?
—Buenos días para ti también Hyung. — escucho su risa resonar en el altavoz. —Levántate o llegaras tarde al trabajo.
Miro la hora marcada en el reloj que está a un costado de mi cama, maldita sea eran ya casi las 8 de la mañana.
—Mierda. — murmuro. —¿Dónde estás?
—Para tu suerte en el estacionamiento de tu edificio, junto con un café negro, como te gusta.
—Estoy en cinco. — no espero respuesta alguna y rápidamente me meto a la ducha.
Otra vez me he quedado dormido.
Después de un rato subo al auto de Hoseok, tomando el café que me ofrecía en ese momento, a pesar de que no trabajáramos en el mismo lugar, Hoseok como cada martes pasaba a recogerme y este no era la excepción.
—Como les fue el fin de semana a ti y Seokjin. — soplo un poco el café por la pequeña abertura que tenía la tapa.
—Sabes que odio subirme a los botes, me mareo horrible. — su expresión de desagrado me causa risa. — Pero Seokjin era feliz, así que pude soportarlo.
—Lo dices como si estuvieras enamorado de él. — miro su perfil, paramos en un semáforo y de inmediato voltea a verme.
—Ni se te ocurra decirlo enfrente de mi novia. — dijo amenazante, a lo que no pude evitar soltar una enorme carcajada. — de verdad. — el semáforo dio luz verde y siguió con el camino a mi trabajo.
—Pobre mujer, ¿quedó traumada?
—¡Yoongi! . — volví a reír esta vez más fuerte que la anterior, Hoseok me miraba de reojo y no pudo evitar comenzar a reír junto a mí. — okay, no lo sé, pero ¿te imaginas?, yo me podría haber traumado.
—Ni que fuera para tanto. — rodé los ojos mientras bebía un sorbo de este manjar de café. — aparte, ahora te tiene a ti, se miran muy felices juntos.
—Lo sé. — su sonrisa en forma de corazón no se hizo esperar, su mirada reflejaba admiración total a su pareja. — supongo que debería de ser agradecido. — volvió a reír.
—Oh, por cierto, ayer estuve con Jisoo. — comencé a contarle. — me pidió que me acompañaras a buscar mi traje.
—¡Claro!, ¿Hoy saliendo?
—Si. — mire como aparco fuera del gran edificio. — No lo entiendo, tengo muchos trajes en casa, ¿Por qué no sólo usar uno de esos y ya? — volteo a ver al platinado, el cual me lanza rápidamente una mirada, esas que te dicen ni lo creas.
—No es lo mismo. — negó con la cabeza tapándose los ojos. — Pasó por ti saliendo, invitare a Jin-Hyung para que nos acompañe, el sabrá que traje será el indicado para ti.
—De acuerdo. Nos vemos en la tarde.
Baje del auto para entrar al gran edificio, no sin antes despedirme de Hoseok y haberle agradecido nuevamente el café.
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