¿Qué pasará si descubres que esa persona que tanto quieres está apunto de casarse?
Dicen por ahí que uno siempre vuelve al lugar que lo hizo feliz.
Yo volví, volví para ver mi lugar feliz casarse...
*
*Historia no corregida*
-Historia cuenta como mu...
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El sonido de la lluvia golpear contra el pasto me causa una gran paz interior, el clima está fresco, y el olor...
Mhmm...
El olor es magnífico, madera y tierra mojada, una excelente combinación para mí, simplemente exquisito, ojalá pudiera quedarme a vivir en este lugar.
—Buenos días. — una voz ronca se escucha a mi costado, sacándome de mis pensamientos, y no pude evitar sonreír al verlo.
—No te escuche salir, buenos días. — aún tenía la cara un poco un hada por haberse levantado. — Muy temprano para estar despierto Yontonto.
—Yoongi, Jimin, YOON-GI — rueda los ojos haciéndome reír.
Sentados frente a la lluvia no pude evitar no verlo, su cabello despeinado en color negro y labios carmesí...
Sacudo la cabeza al darme cuenta por donde estaban tomando camino mis pensamientos y decido compartir de mi bebida con Yoongi.
Apenas comenzaba el día, y teníamos planeado salir a dar una caminata por el sendero, pero al despertar y ver tremenda lluvia, claramente tuvimos que cancelar nuestro primer plan del día, Jin Hyung y Tae decidieron que era mejor pasar la mañana en la cabaña esperando que la lluvia se quitara para poder emprender hacia las saunas que estaba a un kilómetro de distancia.
Y así lo hicimos, apenas dejo de llover todos junto con Hobi hyung que despertó pasadas las once de la mañana nos dirigimos hacia las saunas, platicando acerca de lo maravillosa que estuvo nuestra estadía en la cabaña, este era nuestro último día aquí, aun no nos íbamos y de verdad ya extrañaba este lugar.
—Vamos Jiminie. — animó Tae a mi costado, los otros tres chicos restantes caminaban unos metros adelante de nosotros. — ¿porque esa cara triste?
—Tae...— reí al verlo hacer un mohín. — deja de hacer eso, te ves horrible. — con mi mano aparto de golpe su cara. — no estoy triste... bueno si un poco. Voy a extrañar este lugar.
—Jimin. — me detuve cuando sentí que dejo de caminar a mi lado. — siempre venimos. Cada mes.
—Ya, pero... — mire al chico que caminaba en medio de los otros dos con tanta tranquilidad. — esta vez yo... no lo sé...
Era verdad, cada fin de mes que teníamos la oportunidad veníamos a las saunas a las afueras de Seúl para relajarnos, esta era la primera vez que nos quedábamos en aquella cabaña, y también, aunque no se lo quise decir a Tae...
La primera vez que sentía como si esta fuera la última vez que vendría...
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