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En una pequeña sala de estudio en el centro de la ciudad, el aire acondicionado todavía funcionaba en silencio.
Lo suficientemente frío para brindar una sensación perfecta y cómoda a un cuerpo debajo de una cálida manta grande.
La luz y la comodidad del sol de la mañana se filtró dentro de la habitación en todo el espacio entre las cortinas.
Lo suficiente como para que el dueño de la habitación se acurrucara aún más dentro de la gran manta.
¡¡¡BANG!!!
El golpe de una puerta resonó...
- ¡MALDICIÓN!
Tae Hyung juró en voz alta porque estaba rodando dormido y cayó al suelo desde la cama de casi medio metro de altura.
Estaba tan molesto por el fuerte ruido que venía del vecino de al lado.
Habían estado en silencio durante varias semanas, pero luego ese ruido de golpe volvió hace unos segundos.
El reloj decía que eran las 6 am y que era demasiado temprano para él porque no tenía ninguna clase ese día después del anuncio de cancelación de clases hace unos días.
- Maldita sea... Pensé que dormiría más hoy.
Kim estaba tratando de perdonar a su vecino subiendo de nuevo a la cama, pero su encantador vecino no parecía plantear ninguna consideración.
Estaban hablando muy alto.
Era más como estar gritándose el uno al otro.
Tae puso los ojos en blanco y usó su almohada golpeando la pared otra vez.
Se arrastró hacia abajo de la cama con mucho sueño, todavía llevaba las mangas largas y el pijama azul marino a cuadros.
Se detuvo justo en frente de la puerta y puso una nota adhesiva en papel que decía:
"Habla demasiado fuerte, por favor, mantenga la voz más baja, por favor. Gracias de 802"
La dejó justo en el medio de la puerta.
Luego llamó 2 o 3 veces en voz alta y volvió a su habitación.
Tae Hyung seguía de pie justo detrás de la puerta del apartamento escuchando la conversación afuera.
Alguien abrió la puerta y se hablaron el uno al otro.
- No veo a nadie.
- Alguien te está fastidiando, tal vez. Solo abre la puerta y mira quién hizo eso.
- ¿Dónde...?-... Espera... ¿Qué es esto de aquí?... Él escribió una nota.
- ¿Qué es? Ahí... ¿Ves? Te dije que la mantuvieras baja. ¡¡Idiota!! ¿Ves? ¡Ahora recibí una queja de mi vecino!
